El avión, un Airbus A330, "había pasado todos los controles de seguridad necesarios antes de partir de Johannesburgo", indicó la directora para el África Austral del grupo alemán Aviareps.
"La compañía tenía un buen balance en términos de seguridad", declaró Charmaine Thomé, directora para el África Austral del grupo alemán Aviareps, especializado en le transporte aéreo y el turismo.
El avión, un Airbus A330, "había pasado todos los controles de seguridad necesarios antes de partir de Johannesburgo", añadió la responsable en una rueda de prensa.
El aparato se estrelló a las 06H00 (04H00 GMT) al aterrizar, con 104 personas a bordo, incluyendo 11 miembros de la tripulación. Sólo un niño de ocho años sobrevivió.
La mayoría de pasajeros estaba en tránsito en Libia: 42 iban luego a Düsseldorf (Alemania), 32 a Bruselas, 7 a Londres y uno a París, precisó por su lado Nicky Knapp, la portavoz de Aeropuertos Sudafricanos (Acsa).
En La Haya, la Federación Holandesa de Turismo anunció que 61 holandeses murieron en la catástrofe, y confirmó que el único superviviente es un niño de la misma nacionalidad.
El Airbus A330, un aparato nuevo, había sido comprado en septiembre de 2009 por la compañía, según el ministro de Transportes libio Mohamed Zidane, que descartó la hipótesis de un acto terrorista. AFP
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