Sonriente y descansado, Clinton explicó que había comenzado a notar malestar en el pecho cuatro días atrás y lo que sintió era "un poco de hormigueo, no dolor".
El ex presidente de Estados Unidos y coordinador de la ayuda internacional para Haití, Bill Clinton, aseguró hoy que se siente "muy bien" tras la intervención que se le practicó el jueves para desbloquear una arteria coronaria.
"Estoy muy bien y me siento muy afortunado", afirmó el ex mandatario estadounidense en sus primeras declaraciones a los medios de comunicación tras la operación.
En una improvisada conferencia de prensa a la puerta de su casa a las afueras de Nueva York, Clinton aseguró que no fue sedado durante la intervención quirúrgica que se le realizó y que pudo contemplar el procedimiento en un monitor.
Clinton, de 63 años, descansa desde esta mañana en su residencia en la localidad de Chappaqua, a unos 60 kilómetros de Manhattan, tras recibir el alta médica en el hospital Presbiteriano de Nueva York.
En ese centro hospitalario se le colocaron el jueves, en una intervención de poco más de una hora, dos mallas coronarias (stent) en una arteria que tenía bloqueada.
Con semblante sonriente y descansado, Clinton explicó que había comenzado a notar cierto malestar en el pecho cuatro días atrás y lo que sintió era "un poco de hormigueo, no dolor".
"Es milagroso lo que hacen con los stents", manifestó el ex gobernante de EE.UU., a quien en 2004 ya le fueron colocados cuatro puentes coronarios (by-pass) debido a obstrucciones arteriales.
Asimismo, aseguró que la intervención del jueves "se trataba de un trabajo de reparación y sabía que cuando se trasplantan venas a veces no aguantan por mucho tiempo".
Gracias a los medicamentos y a otras medidas adoptadas en los últimos años, incluido el ejercicio físico, "el resto de mi corazón estaba exactamente igual que hace cinco años", agregó.
El ex presidente de Estados Unidos y enviado especial de la ONU para Haití ha desplegado una intensa actividad desde que hace hoy un mes un terremoto devastara el ya empobrecido país antillano, que el político estadounidense ha visitado en dos ocasiones.
En 2009 fue nombrado enviado especial de la ONU para Haití por el secretario general del organismo internacional, Ban Ki-moon, que hace un par de semanas le designó coordinador de la asistencia internacional para ese país y sus millones de afectados.
Tras el susto que la salud de Clinton dio a los estadounidenses, el actual presidente del país, Barack Obama, lo llamó por teléfono y Ban Ki-moon le envió una nota manuscrita deseándole una pronta recuperación y subrayando su trabajo en favor de Haití.
El ex presidente también estuvo acompañado en el hospital y en su residencia por su esposa, la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, y por su hija Chelsea.
EFE
"Estoy muy bien y me siento muy afortunado", afirmó el ex mandatario estadounidense en sus primeras declaraciones a los medios de comunicación tras la operación.
En una improvisada conferencia de prensa a la puerta de su casa a las afueras de Nueva York, Clinton aseguró que no fue sedado durante la intervención quirúrgica que se le realizó y que pudo contemplar el procedimiento en un monitor.
Clinton, de 63 años, descansa desde esta mañana en su residencia en la localidad de Chappaqua, a unos 60 kilómetros de Manhattan, tras recibir el alta médica en el hospital Presbiteriano de Nueva York.
En ese centro hospitalario se le colocaron el jueves, en una intervención de poco más de una hora, dos mallas coronarias (stent) en una arteria que tenía bloqueada.
Con semblante sonriente y descansado, Clinton explicó que había comenzado a notar cierto malestar en el pecho cuatro días atrás y lo que sintió era "un poco de hormigueo, no dolor".
"Es milagroso lo que hacen con los stents", manifestó el ex gobernante de EE.UU., a quien en 2004 ya le fueron colocados cuatro puentes coronarios (by-pass) debido a obstrucciones arteriales.
Asimismo, aseguró que la intervención del jueves "se trataba de un trabajo de reparación y sabía que cuando se trasplantan venas a veces no aguantan por mucho tiempo".
Gracias a los medicamentos y a otras medidas adoptadas en los últimos años, incluido el ejercicio físico, "el resto de mi corazón estaba exactamente igual que hace cinco años", agregó.
El ex presidente de Estados Unidos y enviado especial de la ONU para Haití ha desplegado una intensa actividad desde que hace hoy un mes un terremoto devastara el ya empobrecido país antillano, que el político estadounidense ha visitado en dos ocasiones.
En 2009 fue nombrado enviado especial de la ONU para Haití por el secretario general del organismo internacional, Ban Ki-moon, que hace un par de semanas le designó coordinador de la asistencia internacional para ese país y sus millones de afectados.
Tras el susto que la salud de Clinton dio a los estadounidenses, el actual presidente del país, Barack Obama, lo llamó por teléfono y Ban Ki-moon le envió una nota manuscrita deseándole una pronta recuperación y subrayando su trabajo en favor de Haití.
El ex presidente también estuvo acompañado en el hospital y en su residencia por su esposa, la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, y por su hija Chelsea.
EFE
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