Además de la destrucción de carreteras, puentes y otras infraestructuras tras el terremoto, la guerra civil en el país ha complicado los esfuerzos para ayudar a los heridos y a los que se han quedado sin hogar.
Los grupos de ayuda en las zonas más afectadas de Myanmar, antigua Birmania, afirmaron que había una necesidad urgente de refugio, alimentos y agua tras el terremoto que causó la muerte de 2 719 personas, entre ellas 50 niños en edad preescolar. Sin embargo, señalaron que la guerra civil podría impedir que la ayuda llegara a los necesitados.
En un discurso emitido por la televisión estatal, el líder de Myanmar, Min Aung Hlaing, además de dar la cifra de muertos, también indicó que hubo 4 521 heridos y 441 desaparecidos.
El seísmo, de 7,7 grados de magnitud, que se produjo hacia el mediodía del viernes, fue el más fuerte que ha sacudido el país del sudeste asiático en más de un siglo.
"En las zonas más afectadas, las comunidades luchan por satisfacer sus necesidades básicas, como el acceso al agua potable y el saneamiento, mientras los equipos de emergencia trabajan incansablemente para localizar a los supervivientes y proporcionar ayuda vital", señaló el organismo de la ONU en un informe.
El Comité Internacional de Rescate señaló que, en lugares como Mandalay, cerca del epicentro del sismo, se necesitaban refugios, alimentos, agua y ayuda médica.
"Tras haber vivido el terror del terremoto, la gente teme ahora las réplicas y duerme a la intemperie en las carreteras o en descampados", declaró en un informe un trabajador del IRC en Mandalay.
Guerra civil obstruye la ayuda
El reto de los organismos de rescate y ayuda es gigante. Sumado al terremoto, que afectó gravemente carreteras, puentes y otras infraestructuras, está el factor de la violencia en la guerra civil en Myanmar, donde la junta militar tomó el poder en un Golpe de Estado desde 2021, lo que ha complicado los esfuerzos para llegar a los heridos y a los que se han quedado sin hogar. Grupos rebeldes afirman que la junta ha llevado a cabo ataques aéreos tras el terremoto.
"El Ejército de Myanmar lleva mucho tiempo negando la ayuda a zonas en las que actúan grupos que se le resisten. Debe permitir de inmediato el acceso sin trabas a todas las organizaciones humanitarias y eliminar las barreras administrativas que retrasan la evaluación de las necesidades", ha manifestado Joe Freeman, investigador de Amnistía sobre Myanmar.
La reunión de líderes regionales en Bangkok se realizará a finales de esta semana, como estaba previsto, aunque el líder de la junta Min Aung Hlaing podría asistir por teleconferencia, porque, antes de la catástrofe, se esperaba que realizara un viaje al extranjero para asistir a la cumbre de Bangkok el 3 y el 4 de abril. (Con información de Reuters)
Te recomendamos
Video recomendado
Comparte esta noticia