Vicepresidente boliviano sostuvo que Gobierno de Evo Morales ha tenido política "de muy buena voluntad ingenua" con EEUU, pero ese país respondió "con otra moneda".
El Gobierno de Bolivia acusó a su similar de Estados Unidos de pretender mantener una política de "injerencia" en asuntos internos del país, por lo que el acuerdo que definirá la nueva relación bilateral entre ambos países está congelado, publica hoy el diario La Prensa.
En declaraciones a ese medio, el vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, sostuvo que el Gobierno de Evo Morales ha tenido una política "de muy buena voluntad ingenua" con Estados Unidos, pues ese país respondió "con otra moneda".
"Ellos nos respondieron con otra moneda, con la moneda del sí a temas comerciales y crediticios, pero por abajo estaban trabajando una estrategia política", aseguró.
Señaló que el Ejecutivo boliviano fue "muy contundente" cuando se dio cuenta de esa estrategia y agregó que "lo mínimo" que puede hacer el país es mantener la actual "sana y soberana distancia" mientras la Casa Blanca "no cambie de actitud".
"Mientras sigan manteniendo la actitud de que aquí tienen que influir y apoyar a unos en contra de otros, meterse en el ámbito ideológico y cultural, no va a haber buenas relaciones", advirtió.
Estas declaraciones difieren de los anuncios realizados por ambos Gobiernos en octubre pasado, cuando una misión boliviana viajó a Washington para reanudar las negociaciones iniciadas en mayo de este año para normalizar las relaciones tras la expulsión de sus respectivos embajadores.
El presidente Morales destacó a fines de octubre los acercamientos con Estados Unidos y afirmó que puede haber un nuevo acuerdo para restablecer las relaciones diplomáticas este mes.
Las relaciones bilaterales entre Bolivia y EE.UU. se han deteriorado desde que Evo Morales asumió la presidencia en 2006.
Las diferencias alcanzaron su máxima tensión en septiembre del año pasado, con la expulsión mutua de los embajadores de ambos países y la posterior suspensión para Bolivia de los beneficios de la Ley de Promoción Comercial Andina y Erradicación de Droga (ATPDEA).
-EFE
En declaraciones a ese medio, el vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, sostuvo que el Gobierno de Evo Morales ha tenido una política "de muy buena voluntad ingenua" con Estados Unidos, pues ese país respondió "con otra moneda".
"Ellos nos respondieron con otra moneda, con la moneda del sí a temas comerciales y crediticios, pero por abajo estaban trabajando una estrategia política", aseguró.
Señaló que el Ejecutivo boliviano fue "muy contundente" cuando se dio cuenta de esa estrategia y agregó que "lo mínimo" que puede hacer el país es mantener la actual "sana y soberana distancia" mientras la Casa Blanca "no cambie de actitud".
"Mientras sigan manteniendo la actitud de que aquí tienen que influir y apoyar a unos en contra de otros, meterse en el ámbito ideológico y cultural, no va a haber buenas relaciones", advirtió.
Estas declaraciones difieren de los anuncios realizados por ambos Gobiernos en octubre pasado, cuando una misión boliviana viajó a Washington para reanudar las negociaciones iniciadas en mayo de este año para normalizar las relaciones tras la expulsión de sus respectivos embajadores.
El presidente Morales destacó a fines de octubre los acercamientos con Estados Unidos y afirmó que puede haber un nuevo acuerdo para restablecer las relaciones diplomáticas este mes.
Las relaciones bilaterales entre Bolivia y EE.UU. se han deteriorado desde que Evo Morales asumió la presidencia en 2006.
Las diferencias alcanzaron su máxima tensión en septiembre del año pasado, con la expulsión mutua de los embajadores de ambos países y la posterior suspensión para Bolivia de los beneficios de la Ley de Promoción Comercial Andina y Erradicación de Droga (ATPDEA).
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