Si sueles botar cáscaras de plátano, cáscaras de mandarina u otros restos de fruta con la idea de que no dañan a la naturaleza, lee este artículo antes de volverlo a hacer.
La próxima vez que piense en lanzar la cáscara del plátano o el corazón de una manzana porque está alimentando la naturaleza, pare. Los guardaparques del Glacier National Park, en Montana, uno de los más famosos de Estados Unidos, pidieron a los visitantes no dejar restos de comida fuera de los basureros.
"Estos restos 'naturales' no se van a descomponer rápido", indicaron en una publicación en Facebook, que fue compartida al menos por 50 mil usuarios el viernes. "Si los animales no se comen los restos, el proceso de descomposición tomará mucho más tiempo del que creen". "Algunas frutas toman años en descomponerse dependiendo del ambiente en el que estén", indicaron los guardas, asegurando que la cáscara del cambur puede tomar hasta dos años y el corazón de la manzana, ocho semanas.
Los animales pueden ser perjudicados
Los guardabosques agregaron en su artículo, titulado "Cazadores de mitos, edición cáscara de banana y corazón de manzana", que los llamados alimentos naturales "generalmente no son tan naturales" ya que pueden que no sean nativos de la zona donde se descartan. "Si la vida silvestre los come, es probable que no los digieran bien, ya que estos animales no están acostumbrados a estos alimentos", indicaron en la publicación, en la que advierten además del peligro que puede representar los desechos a las orillas de las carreteras.
"Puede alentar a la fauna silvestre a buscar alimentos a lo largo de las carreteras", incrementando "las posibilidades de que los atropelle un coche". Alertaron que "las semillas de frutas y verduras que terminan en el suelo pueden dar lugar a plantas no autóctonas" y "por último, pero no menos importante, nadie quiere ver tus desechos de comida descomponiéndose en su visita a un parque nacional prístino". AFP
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