El expresidente de Brasil dijo que las protestas del domingo último demuestran que el Gobierno de Rousseff "aunque legal, es ilegítimo".
El expresidente Fernando Henrique Cardoso sugirió a la actual mandataria brasileña, Dilma Rousseff, que "renuncie" o admita los errores, después de la multitudinaria protesta de la que fue blanco el domingo.
"Si la propia presidenta no es capaz del gesto de grandeza (renunciar o la voz franca de que erró y saber apuntar los caminos de la recuperación nacional), asistiremos a la desarticulación creciente del Gobierno y del Congreso, a golpes de Lavajato", comentó el expresidente a través de las redes sociales y en referencia al nombre de la operación de la Policía contra la gigantesca red de corrupción en la petrolera Petrobras.
Cardoso, que presidió Brasil entre 1995 y 2002, recalcó que las protestas del domingo que tuvieron lugar en un centenar de ciudades de todo el país demuestran que el Gobierno de Rousseff "aunque legal, es ilegítimo".
"Le falta la base moral, que fue corroída por las estafas del 'lulopetismo'", subrayó Cardoso, quien arremetió contra su sucesor, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), y contra el oficialista Partido de los Trabajadores (PT).
Lula fue junto a Rousseff y al gobernante PT el principal blanco de las críticas de las manifestaciones que la víspera reunieron a 900.000 personas en todo el país, según los cálculos divulgados por la prensa local.
Entre otras demandas, los manifestantes exigieron la destitución de Rousseff, quien está cada vez más acorralada por la corrupción en Petrobras y el delicado momento económico que atraviesa el país.
"La presidenta, aunque personalmente pueda salvaguardarse, sufre la contaminación de las fechorías de su patrón (Lula) y va perdiendo condiciones para gobernar", agregó Cardoso, del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).
El Gobierno brasileño analizó hoy la movilización del domingo, la tercera contra Rousseff en lo que va de año; propuso un mayor diálogo para superar la crisis y criticó el tono de intolerancia de alguno sectores de la oposición.
EFE
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