Unos 25 activistas de la ONG ambientalista se manifestaron en la céntrica Avenida Paulista, en la ciudad de Sao Paulo.
La ONG Greenpeace protestó contra la gestión de la crisis hídrica en el estado de Sao Paulo debido a los descuentos en la cuenta de agua de los que se han beneficiado más de 530 grandes empresas, mientras una parte de la población sufre racionamiento en algunas regiones.
Unos 25 activistas se manifestaron en la céntrica Avenida Paulista, en la ciudad de Sao Paulo, precisamente enfrente del Banco Safra, una de las entidades que, según Greenpeace, obtienen un contrato que premia el consumo en plena crisis.
Cuanto mayor es el consumo, más bajo es el precio pagado por litro de agua, denunció la entidad ecologista.
"En este momento de crisis hídrica, es absurdo que mientras la población tiene el grifo cerrado todos los días, todavía hay grandes consumidores que usan 500.000 litros por mes y ganan descuentos por eso. Nuestra demanda es el fin de los descuentos", dijo Pedro Telles, coordinador de campaña de Clima y Energía de Greenpeace.
Consultada por Efe, la oficina de prensa de la empresa estatal de abastecimiento de agua de Sao Paulo (Sabesp) subrayó que desde el inicio de la crisis hídrica "la exigencia del consumo mínimo para los clientes de demanda firme fue suspendida".
Esas empresas, informó, pueden ahora "disminuir su consumo para un volumen por debajo del mínimo acordado".
Los grandes consumidores, entre los que se encuentran un centro comercial, constructoras y la propia Bolsa de Valores de Sao Paulo, tenían inicialmente carácter de exclusividad de suministro por parte de la Sabesp, empresa que depende del gobierno regional paulista.
Según Sabesp, ya fueron autorizadas estas empresas a emplear otras fuentes de abastecimiento, como pozos o camiones cisterna.
"Todos los clientes fueron visitados personalmente y recibieron orientaciones para evitar el desperdicio y contribuir a la reducción del consumo delante de la crisis hídrica. El resultado fue una reducción del 23 % del volumen consumido", comentó la Sabesp.
Sin embargo, para Greenpeace este tipo de contratos supone un "privilegio para grandes consumidores, muchos que de los cuales no tienen el agua como cuestión primaria de su actividad".
"Es un claro privilegio en detrimento de la población", subrayó Telles.
Para protestar contra esta situación, los activistas colocaron una valla enfrente del Banco Safra para mostrar "la segregación de los que tienen agua y los que no" y en ella colocaron el nombre de algunas de las empresas beneficiadas por los descuentos de la Sabesp, que llegan a ser de hasta el 75 %.
Sao Paulo atraviesa su peor crisis hídrica de los últimos 84 años y su sistema de embalses llamado Cantareira, que abastece 6,5 millones de personas -un tercio de la región metropolitana- opera hoy con el 16 % de su reserva técnica, considerada como "volumen muerto".
EFE
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