El derrame de crudo en el Golfo de México fue causa de la explosión registrada en abril en una plataforma operada por la firma británica.
El presidente de British Petroleum, Carl-Henric Svanberg, pidió perdón a los estadounidenses por el derrame de crudo en el Golfo de México a causa de la explosión registrada en abril en una plataforma operada por la firma.
"Ese trágico accidente no debería de haber ocurrido nunca", dijo hoy Svanberg en declaraciones a los medios tras reunirse con el presidente Barack Obama en la Casa Blanca junto con otros altos ejecutivos de la multinacional petrolera.
El directivo pidió "perdón" por lo ocurrido e insistió en que BP, que accedió hoy a crear un fondo de 20.000 millones de dólares para compensar a las víctimas, cumplirá con sus obligaciones.
La multinacional accedió también a crear otro fondo de 100 millones de dólares para compensar a los trabajadores que se quedaron sin trabajo tras la explosión el 20 de abril de la plataforma petrolera que la firma operaba en el Golfo.
Obama recordó hoy que las deudas que tendrá que afrontar BP por el vertido son "significativas".
Insitió, de todos modos, en que BP es una empresa "robusta y viable" y subrayó que es "en el interés de todos que siga siéndolo".
La tercera mayor petrolera del mundo, después de ExxonMobil y Royal Dutch Shell, tiene 80.000 empleados, ingresos de 239.000 millones de dólares en el 2009 y una capitalización bursátil que todavía supera los 100.000 millones de dólares, pese al reciente batacazo bursátil. EFE
"Ese trágico accidente no debería de haber ocurrido nunca", dijo hoy Svanberg en declaraciones a los medios tras reunirse con el presidente Barack Obama en la Casa Blanca junto con otros altos ejecutivos de la multinacional petrolera.
El directivo pidió "perdón" por lo ocurrido e insistió en que BP, que accedió hoy a crear un fondo de 20.000 millones de dólares para compensar a las víctimas, cumplirá con sus obligaciones.
La multinacional accedió también a crear otro fondo de 100 millones de dólares para compensar a los trabajadores que se quedaron sin trabajo tras la explosión el 20 de abril de la plataforma petrolera que la firma operaba en el Golfo.
Obama recordó hoy que las deudas que tendrá que afrontar BP por el vertido son "significativas".
Insitió, de todos modos, en que BP es una empresa "robusta y viable" y subrayó que es "en el interés de todos que siga siéndolo".
La tercera mayor petrolera del mundo, después de ExxonMobil y Royal Dutch Shell, tiene 80.000 empleados, ingresos de 239.000 millones de dólares en el 2009 y una capitalización bursátil que todavía supera los 100.000 millones de dólares, pese al reciente batacazo bursátil. EFE
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