El objetivo es garantizar una mínima asistencia médica a los extranjeros que viven y trabajan en Alemania, al menos en casos de embarazos o enfermedades graves.
Berlín pretende mejorar la asistencia sanitaria de los inmigrantes ilegales, al crear el volante anónimo, mediante el cual tendrán acceso a la sanidad sin necesidad de facilitar sus datos personales, según explica hoy el diario "Der Tagesspiegel".
Se trata de una iniciativa del secretario de Estado de Sanidad, Benjamin Hoff (La Izquierda), quien afirmó durante un acto en la Fundación Heinrich-Böll que no tiene un plan concreto y que "esto es sólo el principio".
Por otra parte, Hoff está actualmente tratando el tema con los estados federados en los que gobiernan en coalición el Partido Liberal (FDP) y la Unión Cristianodemócrata (CDU).
El objetivo es garantizar unos mínimos en cuanto a asistencia médica a los extranjeros que viven y trabajan en Alemania, al menos en los casos de embarazos o enfermedades graves o agudas.
La mayoría de los extranjeros que están en situación ilegal no acuden al médico, porque temen que al proporcionar sus datos personales sean descubiertos y deportados.
En varias ciudades alemanas, entre ellas Múnich, existen algunos fondos semi-oficiales que se destinan a financiarles ciertos tratamientos médicos.
En Berlín, sin embargo, las únicas iniciativas que existen hasta la fecha están basadas por completo en las donaciones, como por ejemplo la oficina de ayuda médica para refugiados.
Otro de los aspectos que se pretende mejorar a partir de esta iniciativa del Bundesrat (Cámara Alta del Parlamento) es que aumente el número de inmigrantes escolarizados.
La mayoría de los hijos de inmigrantes ilegales no pueden ir al colegio, ya que en Alemania es obligatorio proporcionar todos los datos personales en el momento de la matriculación del niño.
Según el Instituto de Economía Mundial de Hamburgo, entre 2,8 y seis millones de personas viven en la Unión Europea en una situación irregular e ilegal. En Berlín la cifra de inmigrantes ilegales oscila entre 100.000 y 250.000. EFE
Se trata de una iniciativa del secretario de Estado de Sanidad, Benjamin Hoff (La Izquierda), quien afirmó durante un acto en la Fundación Heinrich-Böll que no tiene un plan concreto y que "esto es sólo el principio".
Por otra parte, Hoff está actualmente tratando el tema con los estados federados en los que gobiernan en coalición el Partido Liberal (FDP) y la Unión Cristianodemócrata (CDU).
El objetivo es garantizar unos mínimos en cuanto a asistencia médica a los extranjeros que viven y trabajan en Alemania, al menos en los casos de embarazos o enfermedades graves o agudas.
La mayoría de los extranjeros que están en situación ilegal no acuden al médico, porque temen que al proporcionar sus datos personales sean descubiertos y deportados.
En varias ciudades alemanas, entre ellas Múnich, existen algunos fondos semi-oficiales que se destinan a financiarles ciertos tratamientos médicos.
En Berlín, sin embargo, las únicas iniciativas que existen hasta la fecha están basadas por completo en las donaciones, como por ejemplo la oficina de ayuda médica para refugiados.
Otro de los aspectos que se pretende mejorar a partir de esta iniciativa del Bundesrat (Cámara Alta del Parlamento) es que aumente el número de inmigrantes escolarizados.
La mayoría de los hijos de inmigrantes ilegales no pueden ir al colegio, ya que en Alemania es obligatorio proporcionar todos los datos personales en el momento de la matriculación del niño.
Según el Instituto de Economía Mundial de Hamburgo, entre 2,8 y seis millones de personas viven en la Unión Europea en una situación irregular e ilegal. En Berlín la cifra de inmigrantes ilegales oscila entre 100.000 y 250.000. EFE
Comparte esta noticia