El ministro de Medio Ambiente de Canadá, Jim Prentice, justificó la decisión de Ottawa por la estrecha vinculación del país con la economía estadounidense.
Canadá dijo hoy que copiará la política de reducción de emisiones de dióxido de carbono que Estados Unidos anuncie la próxima semana en la conferencia de la ONU sobre el cambio climático y que no hará ni más ni menos que Washington.
El ministro de Medio Ambiente de Canadá, Jim Prentice, justificó la decisión de Ottawa por la estrecha vinculación del país con la economía estadounidense.
"Dada la integración de nuestras dos economías, es esencial que nuestros objetivos estén alineados", afirmó el ministro durante un discurso que pronunció en Montreal ante una audiencia compuesta esencialmente por empresarios.
Prentice añadió: "Si hacemos más que los Estados Unidos, sufriremos económicamente sin obtener beneficios medioambientales reales, un sufrimiento que podría dificultar nuestra capacidad para invertir en nuevas tecnologías limpias".
"Si hacemos menos, nos arriesgamos a nuevas barreras comerciales en el mercado estadounidense", añadió.
"Siempre hay una gran cantidad de exageración y drama en este tipo de eventos internacionales, la mayoría para intentar obligar a los participantes. No vamos a caer en la trampa", indicó el ministro.
Canadá ha sido criticada por organizaciones medioambientales, la ONU y los países europeos por su resistencia a adoptar políticas para reducir sus emisiones de gases con efecto invernadero.
Tras la llegada al poder del Partido Conservador en el 2006, el Gobierno canadiense se ha negado a cumplir las reducciones comprometidas bajo el Protocolo de Kioto. Las emisiones de Canadá son un 30% superiores al objetivo asumido por el país con la firma de Kioto.
El propio primer ministro canadiense, Stephen Harper, ha calificado el acuerdo internacional como un "montaje socialista" y ha dicho que no adoptará políticas que dañen la economía canadiense.
Harper sólo anunció la semana pasada que asistirá a la cumbre de Copenhague después de que el presidente estadounidense, Barack Obama, dijera que acudiría a la capital danesa.
EFE
El ministro de Medio Ambiente de Canadá, Jim Prentice, justificó la decisión de Ottawa por la estrecha vinculación del país con la economía estadounidense.
"Dada la integración de nuestras dos economías, es esencial que nuestros objetivos estén alineados", afirmó el ministro durante un discurso que pronunció en Montreal ante una audiencia compuesta esencialmente por empresarios.
Prentice añadió: "Si hacemos más que los Estados Unidos, sufriremos económicamente sin obtener beneficios medioambientales reales, un sufrimiento que podría dificultar nuestra capacidad para invertir en nuevas tecnologías limpias".
"Si hacemos menos, nos arriesgamos a nuevas barreras comerciales en el mercado estadounidense", añadió.
"Siempre hay una gran cantidad de exageración y drama en este tipo de eventos internacionales, la mayoría para intentar obligar a los participantes. No vamos a caer en la trampa", indicó el ministro.
Canadá ha sido criticada por organizaciones medioambientales, la ONU y los países europeos por su resistencia a adoptar políticas para reducir sus emisiones de gases con efecto invernadero.
Tras la llegada al poder del Partido Conservador en el 2006, el Gobierno canadiense se ha negado a cumplir las reducciones comprometidas bajo el Protocolo de Kioto. Las emisiones de Canadá son un 30% superiores al objetivo asumido por el país con la firma de Kioto.
El propio primer ministro canadiense, Stephen Harper, ha calificado el acuerdo internacional como un "montaje socialista" y ha dicho que no adoptará políticas que dañen la economía canadiense.
Harper sólo anunció la semana pasada que asistirá a la cumbre de Copenhague después de que el presidente estadounidense, Barack Obama, dijera que acudiría a la capital danesa.
EFE
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