La visita de Stephen Mills y su familia a un museo histórico quedó registrada en la prensa local, luego de que el hombre abriera una caja fuerte que había permanecido cerrada muchas décadas.
Un hombre y su familia aprovecharon un fin de semana largo para visitar la localidad de Vermilion en la provincia de Alberta en Canadá. Durante su paseo decidieron visitar el Museo Vermilion Heritage, que expone una colección histórica del pueblo. La familia nunca pensó que su visita quedaría registrada en los principales periódicos.
Pareciera que el destino ya estaba trazado. Stephen Mills y su familia llegaron al museo de ladrillos que antes solía ser un antiguo colegio y allí, entre las colecciones históricas, se hallaba una caja fuerte que había permanecido cerrada desde finales de los años 70.
Según la información recogida por la BBC, el museo ya había intentado abrir la caja con ayuda de expertos, pero los intentos nunca tuvieron éxito. Luego de escuchar la historia de esta caja, Stephen Mills a modo de broma, pero también de reto decidió aventurarse a descifrar la clave de la caja de seguridad logrando abrirla al primer intento.
Stephen estudió los números de la marcación e intentó la combinación 20-40-60. “La combinación típica de un candado de clave: tres vueltas en dirección de las manillas del reloj (20), dos vueltas en dirección contraria (40), una en dirección de las manillas del reloj (60). Giré la manilla y abrió”, declaró Mills a la BBC.
“Me di cuenta de que la habían abierto en mucho tiempo porque cayó un poco de polvo del mecanismo de cerradura”, agregó el también soldador. Los testigos del inesperado hecho, entre ellos el guía del museo, contaron también que fue emocionante el momento en el que se abrió la puerta.
Para la decepción de algunos, la caja fuerte estaba vacía. Solo se halló una antigua cuenta de pago y una libreta de pedidos a un restaurante con fecha de finales del año 1970. En la libreta figuraban recibos de hamburguesas por 1.5 dólares canadienses y un paquete de cigarrillos de un dólar canadiense.
Originalmente la caja fuerte estuvo en el Hotel Brunswick del pueblo que fue inaugurado en 1906. Se presume que la caja fue adquirida en 1907 y luego donada al museo a inicios de la década de los 90, tras la renovación del hotel.
Desde entonces la caja permaneció cerrada. El museo había recurrido a varios expertos y exempleados del hotel, quienes intentaron diferentes combinaciones sin pensar que un turista lograría descifrar el código en tan solo un primer intento.
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