Instalaron sondas para conseguir abastecer de agua y alimentos a los trabajadores, que permanecen atrapados desde el jueves, pero no se podrá retirar a los mineros.
Los equipos de rescate iniciarán hoy una nueva tentativa para contactar con los 33 mineros atrapados en la mina San Esteban, en el norte de Chile, que consiste en la perforación del yacimiento en seis puntos para instalar sondas.
Los familiares que desde el jueves aguardan novedades a las puertas del yacimiento San José recibieron entre aplausos y lágrimas la llegada de la primera perforadora, a la que se unirán en las próximas horas otras dos máquinas.
Mediante este sistema se podría conseguir abastecer de agua y alimentos a los trabajadores, que permanecen atrapados desde el jueves, pero no se podrá sacar a los mineros del yacimiento, precisó Alberto Salas, presidente de la Sociedad Nacional de Minería.
"Haciendo el sondaje, que es difícil, se hace un hoyo de un diámetro menor pero permite acceder a los lugares profundos de la mina (...) y permite darles agua y alimentos", así como oxígeno, explicó.
El objetivo de los técnicos e ingenieros que trabajan en el rescate es instalar seis sondas para tratar que alguna llegue al refugio situado dentro de la mina, donde se espera que estén los trabajadores, aunque tampoco se tiene ninguna certeza de que hayan sobrevivido al primer derrumbe, ocurrido el jueves.
En las próximas horas llegarán desde ciudades cercanas y otras minas otras dos máquinas para proceder a la perforación e instalación de las sondas.
Alberto Salas señaló que la nueva estrategia es un proceso lento, que permite avanzar "unos doscientos metros al día", por lo que podrían demorarse unos dos días en contactar con los 33 trabajadores.
Se espera que los trabajadores se encuentren en un refugio ubicado a unos cien metros por debajo de la zona donde se produjo el derrumbe, que está a unos 350 metros de profundidad.
En tanto, Rodrigo Jofré, uno de los portavoces de las familias, señaló que si hay "buenas noticias con el sondaje", y se les logra entregar los elementos básicos para sobrevivir, los mineros pueden estar "hasta un mes" dentro del yacimiento.
Esta alternativa se adoptó después de que el sábado se produjera un nuevo derrumbe en la chimenea de ventilación por la que los socorristas descendían hacia el interior del yacimiento, cuando se encontraban apenas a un centenar de metros de su objetivo.
La incidencia obligó a las autoridades a buscar otras alternativas para el rescate y se optó por la instalación de sondas, dado que la rampa de acceso está bloqueada por toneladas de piedra y rocas y la mina carece de las vías de escape que exige la normativa.
En tanto, el fiscal jefe de la localidad de Caldera, Gabriel Meza, se ha trasladado al lugar para verificar los procedimientos de rescate y posteriormente estudiar posibles responsabilidades de la minera. EFE
Los familiares que desde el jueves aguardan novedades a las puertas del yacimiento San José recibieron entre aplausos y lágrimas la llegada de la primera perforadora, a la que se unirán en las próximas horas otras dos máquinas.
Mediante este sistema se podría conseguir abastecer de agua y alimentos a los trabajadores, que permanecen atrapados desde el jueves, pero no se podrá sacar a los mineros del yacimiento, precisó Alberto Salas, presidente de la Sociedad Nacional de Minería.
"Haciendo el sondaje, que es difícil, se hace un hoyo de un diámetro menor pero permite acceder a los lugares profundos de la mina (...) y permite darles agua y alimentos", así como oxígeno, explicó.
El objetivo de los técnicos e ingenieros que trabajan en el rescate es instalar seis sondas para tratar que alguna llegue al refugio situado dentro de la mina, donde se espera que estén los trabajadores, aunque tampoco se tiene ninguna certeza de que hayan sobrevivido al primer derrumbe, ocurrido el jueves.
En las próximas horas llegarán desde ciudades cercanas y otras minas otras dos máquinas para proceder a la perforación e instalación de las sondas.
Alberto Salas señaló que la nueva estrategia es un proceso lento, que permite avanzar "unos doscientos metros al día", por lo que podrían demorarse unos dos días en contactar con los 33 trabajadores.
Se espera que los trabajadores se encuentren en un refugio ubicado a unos cien metros por debajo de la zona donde se produjo el derrumbe, que está a unos 350 metros de profundidad.
En tanto, Rodrigo Jofré, uno de los portavoces de las familias, señaló que si hay "buenas noticias con el sondaje", y se les logra entregar los elementos básicos para sobrevivir, los mineros pueden estar "hasta un mes" dentro del yacimiento.
Esta alternativa se adoptó después de que el sábado se produjera un nuevo derrumbe en la chimenea de ventilación por la que los socorristas descendían hacia el interior del yacimiento, cuando se encontraban apenas a un centenar de metros de su objetivo.
La incidencia obligó a las autoridades a buscar otras alternativas para el rescate y se optó por la instalación de sondas, dado que la rampa de acceso está bloqueada por toneladas de piedra y rocas y la mina carece de las vías de escape que exige la normativa.
En tanto, el fiscal jefe de la localidad de Caldera, Gabriel Meza, se ha trasladado al lugar para verificar los procedimientos de rescate y posteriormente estudiar posibles responsabilidades de la minera. EFE
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