Un grupo de turistas alquiló un departamento en Santiago de Chile para pasar unos días de vacaciones. El viaje terminó en tragedia, tanto por sus muertes como por la noticia que recibieron poco antes de fallecer.
Seis turistas brasileños, cuatro adultos y dos menores de edad, murieron esta semana en un departamento del centro de Santiago de Chile tras haber inhalado monóxido de carbono, de forma accidental. No fue la única tragedia que sufrió la familia en la semana: poco antes de morir, mientras algunos de ellos agonizaban, se enteraron de que la abuela de la familia había fallecido en su país de origen.
Los hermanos Débora Nascimento (38) y Jonathas Nascimento (30); Fabiano Souza (41); Adriane Kruger (27) -esposos de Débora y Jonathas, respecticamente-, y dos hermanos de 15 y 13 años -hijos de Débora y Fabiano-, fueron identificados como las víctimas. Al menos una de ellas, Débora Nascimento, se enteró de que su madre había muerto mientras veía agonizar al restos de sus familiares.
Las víctimas se encontraban de vacaciones desde hacía una semana y habían alquilado un departamento, a través de un aplicación de internet, en el centro de Santiago. De vuelta en Florianópolis, Brasil, la madre de los hermanos Débora y Jonathas, Iete Isabel Muniz Nascimento (57) había fallecido pocas horas antes, víctima de un cáncer, y la familia esperaba darles la noticias a sus familiares en Chile y que puedan volver para el velorio.
Tragedias cruzadas
Otra de las hijas de Muniz Nascimento llamó a su hermana Débora para comunicarle el fallecimiento de la madre, según contó durante el velorio de esta una amiga de la familia, la fotógrafa Amanda Silva Rosa. De acuerdo con lo que reveló, la hermana logró contarle a Débora que su madre había muerto justo en el momento que los turistas comenzaban a sufrir convulsiones fruto de la inhalación accidental del gas.
Mientras Débora recibía la noticia de la muerte de su madre, sus familares en el departamento comenzaron a sentirse mal e incluso su esposo y su hijo se desmayaron. Ante esto, según la versión de la amiga, la mujer consiguió mandarle a su hermana fotos de ambos ya inconscientes y le pidió, a través de audios, que se comunicasen desde Brasil con personal de su consulado en Chile para que los ayuden. Cuando estos llegaron, junto a la Policía local, ya era demasiado tarde: hallaron a los seis turistas muertos.
Los socorristas tuvieron que ingresar a la fuerza y se encontraron con los cuerpos. Los bomberos efectuaron una evacuación inmediata del edificio, realizaron mediciones del aire en el departamento y descubrieron altas concentraciones de monóxido de carbono, un gas que no emite olor y cuya inhalación provoca la muerte. Todas las ventanas del departamento estaban cerradas, lo cual habría provocado la gran concentración del gas. (Con información de EFE)
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