Se trata del último episodio de las tensas relaciones entre China y Estados Unidos, que comenzaron a deteriorarse sobre todo desde marzo de 2018, con la guerra comercial iniciada por el expresidente estadounidense Donald Trump.
El Gobierno chino, a través del portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores Zhao Lijian, acusó este martes a Estados Unidos de ser la fuente de la mayoría de ciberataques del mundo y de realizar escuchas "tanto a rivales como aliados".
Zhao respondió así a las acusaciones, por parte de la OTAN, Estados Unidos y algunos de sus aliados como Reino Unido, Australia, Canadá y Japón, sobre la presunta vinculación de China con el ciberataque global contra Microsoft sufrido por 250.000 sistemas informáticos en todo el mundo el pasado marzo.
Ese ataque afectó a instituciones como la Autoridad Bancaria Europea, el Parlamento noruego y la Comisión del Mercado Financiero de Chile.
A las acusaciones se sumó también este lunes, aunque de una forma menos contundente, la Unión Europea (UE), cuyo alto representante para Política Exterior, Josep Borrell, urgió en un comunicado a China a que "no permita que su territorio se utilice para actividades cibernéticas maliciosas".
Washington aseguró en un comunicado que el Ministerio de Seguridad Pública de China, el principal órgano policial y de inteligencia del país, "contrata" a "piratas informáticos criminales" para llevar a cabo "operaciones cibernéticas no permitidas a nivel global" tales como extorsión cibernética, secuestro criptográfico y robo a víctimas de todo el mundo para ganancia financiera.
Zhao calificó de "inaceptable" la "coalición de Estados Unidos con sus aliados con el objetivo de culpar a China".
Acusaciones "irracionales"
El portavoz chino declaró que estas "irracionales" acusaciones por parte de Estados Unidos y sus aliados persiguen "fines políticos" y China "nunca lo aceptará".
Además, Zhao restó importancia a las acusaciones contra China puesto que "una pequeña cantidad de países no pueden representar a la comunidad internacional".
Zhao declaró que "uno no se lava manchando a otros" y anunció que China tomará las medidas necesarias para garantizar la seguridad cibernética del país y proteger sus intereses.
La actividad en el ciberespacio es "difícil de rastrear", aseguró Zhao, y debería haber "pruebas completas y suficientes" antes de "relacionar ataques cibernéticos con el gobierno de otro país".
China "se opone completamente a cualquier forma de ciberataque y no fomenta o apoya ataques de piratas informáticos". (EFE)
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