Manifestaciones tuvieron su origen en la muerte de dos uigures en una fábrica de juguetes del sur de China.
Al menos 140 personas murieron, 816 resultaron heridas "varios cientos" han sido detenidas tras las protestas de la minoría étnica musulmana uigur en Urumqi, capital de la región occidental china de Xinjiang, informó el Departamento regional de seguridad regional.
La policía "arrestó a varios cientos de participantes, incluidas más de diez figuras clave que provocaron los disturbios" en Xinjiang, donde la mitad de la población pertenece a la minoría uigur, de lengua turcomana, señala un comunicado difundido por la agencia oficial de noticias Xinhua.
Informaron que aún están buscando "a otras 90 personas" en la ciudad, bajo la sospecha de haber instigado las revueltas.
Las manifestaciones, en las que participaban entre 1.000 y 3.000 personas, se iniciaron ayer por la tarde, de forma pacífica, según testigos presenciales y grupos uigures en el exilio, como protesta por la muerte de dos uigures en una fábrica de juguetes del sur del país en un linchamiento en el que otros 118 resultaron heridos.
Según las autoridades regionales, "gente corriente y policía armada resultaron heridos durante los disturbios, mientras que vehículos y tiendas fueron atacadas y quemadas".
Las autoridades chinas impusieron esta madrugada el toque de queda en la región y "la situación ahora está bajo control".
Desde ayer por la noche, testigos presenciales están publicando vídeos y fotos de la protesta en páginas web que son censuradas a las pocas horas.
Algunos indican en sus blogs en internet que fueron uigures de fuera de la capital quienes incitaron a la protesta, al atraer a miles de personas a una manifestación en la céntrica Plaza del Pueblo, hasta que, "sin saberse el motivo, pronto llegó la policía", explica uno llamado Wenni, en su bitácora.
Según este testigo, la policía frenó la protesta y pronto controló la situación, pero entonces empezó a oír una serie de explosiones desde otro lugar de la ciudad, el mercado de Erdaoqiao.
El gobierno de Xinjiang, la mitad de cuya población de 20 millones son uigures que llegaron hace siglos, acusa a la líder uigur en el exilio, Rebiya Kadeer, candidata al premio Nobel de la Paz, de haber instigado las protestas a través de mensajes en internet.
Kadeer, una empresaria uigur que llegó a formar parte del Parlamento chino, es una de las líderes del Congreso Mundial Uigur, organización que defiende los derechos de los uigures y que clama la independencia de la zona, adonde llegaron las tropas comunistas chinas en 1949.
EFE
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