Colombianos salieron a las calles para reclamar que el proceso de paz llegue a buen puerto y se ponga fin a más de medio siglo de conflicto armado.
En un ambiente festivo y musical, miles de colombianos salieron ayer a las calles de las principales ciudades para reclamar que el proceso de paz llegue a buen puerto y se ponga fin a más de medio siglo de conflicto armado.
Hombres y mujeres de toda condición conformaron una panorámica de colores en la que las banderas de una miríada de partidos, organizaciones de la sociedad civil y de víctimas tomaron la calle en respuesta al movimiento izquierdista Marcha Patriótica.
Entre los asistentes, Daniel Burgos, integrante de la denominada Guardia Indígena, que ejerce su autoridad en el convulso departamento del Cauca, subrayó a Efe que es necesario "crear una forma de conciencia pero en colectivo" para poder pugnar por la paz.
"Colombia está cansada de tanta injusticia y sufrimiento por parte de los malvados que tenemos en este pueblo", apostilló.
Por las calles de Bogotá, que fueron tomadas por unas 30.000 personas según los organizadores, también circularon exintegrantes de la guerrilla Movimiento 19 de Abril (M-19) de cuya desmovilización se cumplieron 25 años en marzo pasado y que es observada como un modelo para el actual proceso de paz que vive Colombia con los rebeldes de las FARC.
Entre ellos estaba Carlos Sánchez, quien tomó parte en uno de los actos más llamativos del M-19, el robo en 1974 de la espada del libertador Simón Bolívar, que en aquel momento rompió los moldes al sustraer un icono latinoamericano y presentarse así en sociedad como guerrilla.
Sánchez señaló que es fundamental el precedente que firmó esa guerrilla porque, pese a que "se derramó mucha sangre, se abrieron posibilidades de diálogo".
El exintegrante del M-19 aseguró que las negociaciones de paz que desarrolla el Gobierno colombiano con las FARC desde hace más de dos años son diferentes, porque este es un grupo armado "campesino con un pasado antíquisimo", una situación muy diferente a la del M-19, una guerrilla de corte urbano.
En referencia a la presencia de miles de personas en las calles, señaló que "es una obligación de todo colombiano que quiera la paz estar aquí".
Al lado de las banderas políticas también circularon centenares de fotos de víctimas portadas por familiares que reclamaban su memoria en la jornada de hoy, en la que se celebró también el Día Nacional de las Víctimas.
Bajo una de esas fotos Ana Beimar Montaño, madre de un joven desaparecido, comentó a Efe que acudió a la marcha porque quiere "que haya paz y no más víctimas, secuestrados, asesinados y desaparecidos".
Montaño recordó entre lágrimas el último día en que vio a su hijo y subrayó que "solo le ha quedado dolor, angustia y vacío".
Pero en las calles de Bogotá tuvieron su espacio todo tipo de colectivos, desde los empleados de la Fiscalía hasta la hinchada del equipo América de Cali que trajeron los cánticos del estadio.
Entre los participantes también estuvo la exsenadora Piedad Córdoba, una de las promotoras del evento, que consideró la asistencia masiva como un "megaéxito".
"Esto fue impresionante, grandísimo, una demostración de que el pueblo quiere la paz, la necesidad de (crear) una Asamblea Nacional constituyente, de un alto bilateral del fuego y un llamamiento a (la guerrilla del) ELN para que se convoque a la mesa de diálogos", concluyó.
Córdoba había anunciado ayer la participación en la marcha del exfutbolista argentino Diego Armando Maradona, pero este no compareció después de que se le negara la entrada al primero de los actos del día, en el que estaban el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro.
EFE
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