En esta festividad que durará dos semanas, se espera superar las cifras del año pasado, que fueron más de 6 millones de visitantes, alrededor de 500 mil pollos y 6 millones y medio de litros de cerveza.
A pesar que la inauguración oficial es este sábado 18 de setiembre, comenzó en Alemania la Oktoberfest de Múnich, fiesta popular de la cerveza, que este año cumple 200 años de historia y que es la más grande del país y una de las más multitudinarias del mundo.
En esta festividad que durará dos semanas, se espera superar las cifras del año pasado, que fueron más de 6 millones de visitantes, alrededor de 500 mil pollos y 6 millones y medio de litros de cerveza.
Sus orígenes datan de 1810 cuando, con motivo del matrimonio entre el príncipe Luis I de Baviera y Teresa de Sajonia y Hildburghausen, se realizó una fiesta en un campo cercano a Múnich que incluía una carrera de caballos.
Rememorando la historia de hace 200 años, el alcalde de la ciudad, Christian Ude, abrió hoy las puertas del recinto festivo a lomos de un caballo, aunque la inauguración oficial de la Oktoberfest tendrá lugar mañana con la tradicional apertura del barril.
A las doce del mediodía de mañana, de nuevo el alcalde llegará a la "Wiesn" acompañado por un gran desfile de carruajes y procederá a golpear un grifo contra un barril de cerveza que permitirá que el primer chorro cervecero de 2010 empiece a fluir.
Al grito de "ya está abierto", la tradición marca que el primer litro de cerveza lo tiene que beber el presidente de Baviera, luego del cual todos los cerveceros pueden comenzar a servir.
A partir de entonces, los millones de litros de cervezas se convierten en los protagonistas de la Oktoberfest, que, pese a su nombre, comienza siempre el primer fin de semana después del 15 de septiembre y acaba a principios del mes siguiente.
Italianos, españoles, estadounidenses, japoneses y australianos se encuentran entre los extranjeros que en mayores cantidades se acercan durante estas fechas a Múnich para dejarse llevar por los encantos de la bebida de cebada y el ambiente festivo.
La música también es protagonista indiscutible del acontecimiento, y junto al cántico tradicional alemán "Ein Prosit der Gemütlichkeit", entre las canciones más escuchadas de la feria se encuentra el "We will rock you" de Queen, el "Y.M.C.A." de Village People o la "Macarena" de Los del Río.
En el 2009, la Oktoberfest reportó a la ciudad 830 millones de euros, repartidos entre los gastos de los visitantes en el recinto festivo, las pernoctaciones y los transportes.
Además de los millones de cerveza, los allegados consumieron el año pasado 30.000 kilos de pescado, 330.000 salchichas y 80.000 litros de vino.
La alegría de la gente también se traslada al fútbol, ya que según una leyenda es muy complicado que el Bayern pierda en Múnich durante la Oktoberfest.
Así, a la espera de lo que suceda este año con el equipo local, en 72 años que ha coincidido un partido con la fiesta, el Bayern solo ha sido derrotado en siete ocasiones.
En esta festividad que durará dos semanas, se espera superar las cifras del año pasado, que fueron más de 6 millones de visitantes, alrededor de 500 mil pollos y 6 millones y medio de litros de cerveza.
Sus orígenes datan de 1810 cuando, con motivo del matrimonio entre el príncipe Luis I de Baviera y Teresa de Sajonia y Hildburghausen, se realizó una fiesta en un campo cercano a Múnich que incluía una carrera de caballos.
Rememorando la historia de hace 200 años, el alcalde de la ciudad, Christian Ude, abrió hoy las puertas del recinto festivo a lomos de un caballo, aunque la inauguración oficial de la Oktoberfest tendrá lugar mañana con la tradicional apertura del barril.
A las doce del mediodía de mañana, de nuevo el alcalde llegará a la "Wiesn" acompañado por un gran desfile de carruajes y procederá a golpear un grifo contra un barril de cerveza que permitirá que el primer chorro cervecero de 2010 empiece a fluir.
Al grito de "ya está abierto", la tradición marca que el primer litro de cerveza lo tiene que beber el presidente de Baviera, luego del cual todos los cerveceros pueden comenzar a servir.
A partir de entonces, los millones de litros de cervezas se convierten en los protagonistas de la Oktoberfest, que, pese a su nombre, comienza siempre el primer fin de semana después del 15 de septiembre y acaba a principios del mes siguiente.
Italianos, españoles, estadounidenses, japoneses y australianos se encuentran entre los extranjeros que en mayores cantidades se acercan durante estas fechas a Múnich para dejarse llevar por los encantos de la bebida de cebada y el ambiente festivo.
La música también es protagonista indiscutible del acontecimiento, y junto al cántico tradicional alemán "Ein Prosit der Gemütlichkeit", entre las canciones más escuchadas de la feria se encuentra el "We will rock you" de Queen, el "Y.M.C.A." de Village People o la "Macarena" de Los del Río.
En el 2009, la Oktoberfest reportó a la ciudad 830 millones de euros, repartidos entre los gastos de los visitantes en el recinto festivo, las pernoctaciones y los transportes.
Además de los millones de cerveza, los allegados consumieron el año pasado 30.000 kilos de pescado, 330.000 salchichas y 80.000 litros de vino.
La alegría de la gente también se traslada al fútbol, ya que según una leyenda es muy complicado que el Bayern pierda en Múnich durante la Oktoberfest.
Así, a la espera de lo que suceda este año con el equipo local, en 72 años que ha coincidido un partido con la fiesta, el Bayern solo ha sido derrotado en siete ocasiones.
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