La segunda prueba nuclear realizada por Corea del Norte va en contra de la resolución anterior de la ONU.
El Consejo de Seguridad de la ONU, a petición de Japón, se reúne hoy de urgencia para abordar la crisis creada por Corea del Norte, que realizó "con éxito" una segunda prueba nuclear subterránea, en desafío a las resoluciones anteriores de ese órgano.
Las discusiones del Consejo de Seguridad, máximo órgano de decisiones de Naciones Unidas, está previsto que comiencen a partir de las 20.00 GMT, y estarán dirigidas por Rusia, que durante mayo tiene la presidencia de turno.
El régimen comunista norcoreano informó hoy que efectuó su segundo test nuclear, que ocasionó una explosión de 20 kilotones de potencia, y que lanzó tres misiles de corto alcance.
La prueba fue de mayor potencia que la efectuada el 9 de octubre de 2006 y generó un temblor de 4,5 grados en la escala de Richter.
Además, es el segundo ensayo nuclear que Pyongyang realiza desde el pasado 5 de abril, cuando lanzó un cohete de largo alcance que dio lugar a que el Consejo de Seguridad subrayara a Corea del Norte que ello suponía una contravención de la resolución 1.718, adoptada por ese mismo órgano hace casi tres años.
La resolución 1.718, aprobada por la ONU después de la prueba nuclear norcoreana del 9 de octubre de 2006, insta a Pyongyang a suspender las actividades relacionadas con su programa de misiles balísticos y le impone sanciones económicas.
En abril pasado, los quince miembros del Consejo, además de condenar el lanzamiento, instaron al régimen del dictador Kim Jong Il a no repetir acciones de ese tipo.
Desde Copenhague, donde asiste a una reunión empresarial sobre el cambio climático, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, expresó su "profunda preocupación" por lo sucedido.
Este segundo ensayo nuclear realizado por Corea del Norte ha causado múltiples reacciones de condena y rechazo desde todos los países, además de que algunos Gobiernos se han referido a la posibilidad de que el Consejo de Seguridad endurezca las sanciones que ya pesan en contra del país asiático.
En Japón, que solicitó la reunión de urgencia del Consejo, su primer ministro, Taro Aso, se pronunció a favor de que se responda de forma "firme" y "unida" a ese nuevo ensayo nuclear, del que indicó que "viola claramente" las resoluciones previas.
Japón buscará, además, la aprobación de una nueva resolución del Consejo de Seguridad.
Otras potencias occidentales como EE.UU., Francia y Reino Unido, que junto a Rusia y China son los miembros permanentes del Consejo de Seguridad, también condenaron la decisión norcoreana y consideraron que, además de una provocación a la comunidad internacional, es una violación de la resolución 1.718.
La condena llegó en esta ocasión también desde Moscú y Pekín, el aliado más cercano a Pyongyang.
"Corea del Norte ha desafiado a la comunidad internacional con un nuevo ensayo nuclear", señaló el Gobierno chino, que también expresó su "firme oposición" a esa segunda prueba nuclear.
El Gobierno ruso, por su parte, indicó que como miembro permanente del Consejo de Seguridad y signatario del Tratado de la No Proliferación (TNP) nuclear, condenaba esa acción.
El Consejo de Seguridad deberá evaluar ahora si endurece, como algunos países han pedido, las sanciones existentes contra Corea del Norte que consisten en la prohibición de viajar a sus representantes internacionales y que congela los bienes de sus dirigentes en el exterior.
Está por ver, según los expertos, el impacto real que ese eventual reforzamiento de sanciones pueda tener en el régimen comunista norcoreano, aislado ya internacionalmente.
Hasta ahora Pekín y Moscú se han opuesto a cualquier medida contundente que pueda poner en peligro las negociaciones a seis bandas (EE.UU., Rusia, China, Japón y las dos Coreas) sobre la seguridad en la península coreana. EFE
Las discusiones del Consejo de Seguridad, máximo órgano de decisiones de Naciones Unidas, está previsto que comiencen a partir de las 20.00 GMT, y estarán dirigidas por Rusia, que durante mayo tiene la presidencia de turno.
El régimen comunista norcoreano informó hoy que efectuó su segundo test nuclear, que ocasionó una explosión de 20 kilotones de potencia, y que lanzó tres misiles de corto alcance.
La prueba fue de mayor potencia que la efectuada el 9 de octubre de 2006 y generó un temblor de 4,5 grados en la escala de Richter.
Además, es el segundo ensayo nuclear que Pyongyang realiza desde el pasado 5 de abril, cuando lanzó un cohete de largo alcance que dio lugar a que el Consejo de Seguridad subrayara a Corea del Norte que ello suponía una contravención de la resolución 1.718, adoptada por ese mismo órgano hace casi tres años.
La resolución 1.718, aprobada por la ONU después de la prueba nuclear norcoreana del 9 de octubre de 2006, insta a Pyongyang a suspender las actividades relacionadas con su programa de misiles balísticos y le impone sanciones económicas.
En abril pasado, los quince miembros del Consejo, además de condenar el lanzamiento, instaron al régimen del dictador Kim Jong Il a no repetir acciones de ese tipo.
Desde Copenhague, donde asiste a una reunión empresarial sobre el cambio climático, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, expresó su "profunda preocupación" por lo sucedido.
Este segundo ensayo nuclear realizado por Corea del Norte ha causado múltiples reacciones de condena y rechazo desde todos los países, además de que algunos Gobiernos se han referido a la posibilidad de que el Consejo de Seguridad endurezca las sanciones que ya pesan en contra del país asiático.
En Japón, que solicitó la reunión de urgencia del Consejo, su primer ministro, Taro Aso, se pronunció a favor de que se responda de forma "firme" y "unida" a ese nuevo ensayo nuclear, del que indicó que "viola claramente" las resoluciones previas.
Japón buscará, además, la aprobación de una nueva resolución del Consejo de Seguridad.
Otras potencias occidentales como EE.UU., Francia y Reino Unido, que junto a Rusia y China son los miembros permanentes del Consejo de Seguridad, también condenaron la decisión norcoreana y consideraron que, además de una provocación a la comunidad internacional, es una violación de la resolución 1.718.
La condena llegó en esta ocasión también desde Moscú y Pekín, el aliado más cercano a Pyongyang.
"Corea del Norte ha desafiado a la comunidad internacional con un nuevo ensayo nuclear", señaló el Gobierno chino, que también expresó su "firme oposición" a esa segunda prueba nuclear.
El Gobierno ruso, por su parte, indicó que como miembro permanente del Consejo de Seguridad y signatario del Tratado de la No Proliferación (TNP) nuclear, condenaba esa acción.
El Consejo de Seguridad deberá evaluar ahora si endurece, como algunos países han pedido, las sanciones existentes contra Corea del Norte que consisten en la prohibición de viajar a sus representantes internacionales y que congela los bienes de sus dirigentes en el exterior.
Está por ver, según los expertos, el impacto real que ese eventual reforzamiento de sanciones pueda tener en el régimen comunista norcoreano, aislado ya internacionalmente.
Hasta ahora Pekín y Moscú se han opuesto a cualquier medida contundente que pueda poner en peligro las negociaciones a seis bandas (EE.UU., Rusia, China, Japón y las dos Coreas) sobre la seguridad en la península coreana. EFE
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