El país sudamericano acumula 2 977 fallecidos y 76 789 contagios confirmados entre sus once millones y medio de habitantes.
El Gobierno interino de Bolivia decidió ampliar la cuarentena por un mes más, a todo agosto, ante el aumento de casos de la COVID-19 en el país, que acumula 2 977 fallecidos y 76 789 contagios confirmados entre sus once millones y medio de habitantes.
Las autoridades transitorias emitieron este viernes un decreto que dispone "ampliar el plazo de la cuarentena nacional condicionada y dinámica hasta el 31 de agosto de 2020", dijo a los medios el ministro interino de la Presidencia, Yerko Núñez.
La norma fue aprobada, junto a otros dos decretos, en una reunión que sostuvo la presidenta interina, Jeanine Áñez, con sus ministros en la ciudad de Santa Cruz.
"La curva en este mes de agosto será muy elevada y, por lo tanto, corresponde que podamos mantener la cuarentena de acuerdo a determinaciones que tomen los gobiernos municipales y los gobiernos departamentales en coordinación con el nivel central del Estado", justificó Núñez.
La cuarentena "condicionada y dinámica" supone la aplicación de restricciones que se pueden flexibilizar o endurecer en función de como evolucione la enfermedad en cada municipio.
Julio registró los picos más altos
Bolivia tiene declarados estados de emergencia sanitaria y de calamidad pública para combatir la enfermedad, con una cuarentena que se ha ido ampliando por fases en función de un mapa de riesgo del nuevo coronavirus en cada municipio y región del país.
La propia presidenta Áñez superó la enfermedad y retomó esta semana su actividad pública tras haber permanecido en aislamiento en la residencia oficial en La Paz, cuando el país afronta una de las etapas con más contagios por la enfermedad desde la identificación de los primeros casos a principios de marzo pasado.
El país ha registrado en julio sus picos más altos de contagios y decesos hasta el momento, con un récord diario de más de 2 000 casos confirmados el día 18, y 88 fallecidos el pasado 29.
Las principales ciudades bolivianas presentan situaciones de saturación en centros de salud y cementerios, para atender enfermos y para enterrar o incinerar a fallecidos por la COVID-19, con casos de personas que fallecen en la calle o en sus casas con síntomas de la enfermedad.
A estos problemas en los últimos días se sumó la escasez de oxígeno medicinal, ante lo cual el Ejecutivo transitorio también aprobó en esta jornada un decreto para facilitar su importación, anunció por su parte el ministro interino de Defensa, Fernando López, que también ejerce interinamente la cartera de Salud.
(Con información de EFE)
Comparte esta noticia