El empresario impulsor del proyecto estima que en una semana ha repartido 45 toneladas de arroz y ha ayudado a unas 120 mil personas (30 mil familias)
Con sencillos dispensadores automáticos de arroz gratuito, el empresario Hoang Tuan Anh espera contribuir a aliviar las penurias de miles de vietnamitas que sufren la crisis económica provocada por la COVID-19.
"Mucha gente ha perdido su trabajo porque han cerrado negocios. Quería ayudar, pero no tengo gran capacidad financiera, así que elegí donar arroz para que todo el mundo pueda comer. Lo hago con estos "cajeros automáticos" que funcionan 24 horas al día para que nadie se exponga a infectarse cuando entrega el arroz", declara a Efe el creador del proyecto y propietario de PHG Lock, una empresa de cerraduras inteligentes.
Hoa, una empleada del hogar de 45 años a quien han pedido no ir al trabajo un mes y medio para evitar riesgo de contagio, dijo a la agencia de noticias Efe que "el cajero de arroz" es de mucha ayuda porque no tiene otra fuente de ingresos. "Tengo dos hijos que mantener", comenta tras recoger el kilo y medio de arroz que le corresponde en un suridor instalado en Ho Chi Minh (antigua Saigón)
Detección de tramposos
La cola, de unas 50 personas, se mantiene ordenada en las posiciones más avanzadas gracias a las marcas del suelo que indican dónde colocarse para respetar la distancia de dos metros, pero se descontrola en la parte de atrás, con apelotonamientos que los empleados de PHG Lock y la Policía contienen a duras penas.
Cuando alcanzan la parte delantera de la fila, los organizadores les piden que se quiten los sombreros y bajen un poco la mascarilla (obligatoria en todo el país) para que el sistema de reconocimiento facial compruebe que si es la primera vez que van en el día.
"No queremos que la gente haga negocio o la use varias veces en un mismo día. Algunos se cambian de ropa y de sombrero para intentar llevarse el arroz varias veces", explica Jolie Nguyen, una de las trabajadoras que trata de evitar irregularidades.
Arroz para cinco o seis días
En su mayoría acude gente que se ha visto especialmente afectada por las medidas de distanciamiento social, como Tuoi, un mototaxista que asegura haber reducido sus ingresos en un 70 por ciento y que no espera que la situación mejore pronto. Con el kilo y medio de arroz espera subsistir cinco a seis días más.
El impulsor del proyecto estima que en una semana ha repartido 45 toneladas de arroz y ha ayudado a unas 120.000 personas (30.000 familias) con la decena de dispensadores instalados en Ho Chi Minh, Hanói y otras ciudades del país.
Aunque Vietnam es uno de los países que mejor están conteniendo la epidemia de COVID-19, con 267 casos y ningún muerto, las medidas de distanciamiento social impuestas por el Gobierno desde abril y la ralentización económica general han afectado a miles de negocios y han dejado sin ingresos a millones de personas.
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