El epidemiólogo de la Salud Pública, Anders Tegnell, aseguró que la capacidad de cuidados intensivos del país aún se mantiene disponible al 36%.
Suecia, que ha apostado por una estrategia más suave contra la pandemia de COVID-19, superó hoy lunes los 4 000 muertos por esta enfermedad, según los últimos datos oficiales.
Con los 31 muertos registrados en las últimas 24 horas, la cifra asciende a 4 029, con 33 843 infectados, informó la Agencia de Salud Pública de Suecia, que destacó que se consolida la curva descendente de contagios, fallecimientos, hospitalizados en cuidados intensivos y casos en residencias de ancianos.
"El número de casos en las residencia se ha reducido semana a semana de 400 a 60-70. Eso se refleja en que la cifra de muertos ha bajado de más de 100 en los peores momentos a unos 30", destacó hoy en rueda de prensa el epidemiólogo jefe de este organismo, Anders Tegnell.
Tegnell, la cabeza visible de la estrategia sueca, hizo hincapié también en que se mantiene disponible el 36 % de la capacidad en cuidados intensivos, aunque estos siguen estando sometidos a una gran actividad.
Según informó en la misma comparecencia la Dirección de Asuntos Sociales, unas 11 000 personas murieron en las residencias de ancianos suecas entre enero y abril de este año, un millar más que en el mismo período de 2019.
Las cifras de mortalidad por COVID-19 en Suecia contrastan con las del resto de países nórdicos: 39,26 por 100 000 habitantes frente a los 9,69 de Dinamarca, los 5,56 de Finlandia y los 4,42 de Noruega, según el recuento de la universidad estadounidense Johns Hopkins.
Los datos de Suecia, cuya tasa de reproducción las últimas semanas está por debajo de 1,0, están por debajo no obstante de los países más castigados como Bélgica (81,25), España (61,54 muertos por 100 000 habitantes), Reino Unido (55,46) e Italia (54,25).
RESTRICCIONES MENOS ESTRICTAS QUE EN OTROS PAÍSES
Las autoridades suecas han apostado por una estrategia de informar de algunas recomendaciones generales para proteger sobre todo a los grupos de riesgo y apelar a la responsabilidad individual, a la vez que han ido introducido medidas restrictivas de forma progresiva.
No se han cerrado guarderías ni escuelas y siguen abiertos con restricciones bares y restaurantes, aunque se han prohibido concentraciones de más de 50 personas, siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias, de acuerdo con la tradición de autonomía de las agencias públicas.
El Parlamento sueco aprobó a mediados de abril una ley temporal de urgencia que permite al Ejecutivo cerrar puertos, aeropuertos, estaciones de tren, centros comerciales y restaurantes, además de redistribuir material y medicinas sin pasar por la Cámara, aunque esta puede revocar las medidas en días posteriores. La nueva ley, vigente hasta junio, no ha sido sin embargo puesta en práctica todavía.
(Información de EFE)
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