El reelegido mandatario ecuatoriano aseguró que "nunca" ha defraudado ni defraudará al pueblo, y atribuye a ello el "inmenso apoyo" que ha recibido.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, aseguró que el
"abrumador" triunfo que, según las encuestas, logró en las urnas para
la reelección, es un "paso histórico" para consolidar su proyecto de
"revolución ciudadana" centrado en la atención "a los más
pobres" de esta nación andina.
"Este es un día de alegría, de futuro, damos un paso
histórico para consolidar esta revolución ciudadana", dijo Correa en una
rueda de prensa tras conocerse los primeros resultados extraoficiales de encuestas
a pie de urna.
Agradeció a sus correligionarios y a quienes votaron por él
y señaló que en su Administración se adelanta una revolución que "está en
marcha y nada y nadie la detiene".
"Ratificamos: somos bolivarianos y alfaristas (en
referencia al prócer ecuatoriano Eloy Alfaro) y hoy nuestro compromiso
renovado, sobre todo con los más pobres de la patria", indicó y recordó
que la "opción preferencial" de su Gobierno "es por los más pobres
y los más débiles".
Correa, del movimiento oficialista Alianza País, aseguró que
"nunca" ha defraudado ni defraudará al pueblo, y atribuye a ello el
"inmenso apoyo" que ha recibido, que le ha permitido hacer historia
"en un país en el que desde
"Hoy se gana en una sola vuelta, algo inédito, hemos
hecho historia", recalcó el jefe de Estado en la ciudad costera de
Guayaquil (suroeste) donde la emoción por el triunfo aumentó cuando se acercó
su madre para abrazarlo.
El mandatario, un economista de 46 años, indicó que siempre
busca la concertación por el bien del país y defendió la labor de su Gobierno
en el área económica en la que, dijo, seguirá con el apoyo a los pequeños
empresarios.
Volvió a criticar a los medios de comunicación porque
considera que "desinformaban" de su labor, pero apuntó que la gente
le cree al Gobierno y por ello han logrado la "victoria más esplendorosa
en los últimos años en el país".
Apuntó que llegó al poder en 2006, "sin un movimiento
estructurado, a diferencia del presidente (de Venezuela, Hugo) Chavez, que pasó
años estructurando su movimiento antes de llegar al poder".
"Llegamos con un movimiento ciudadano muy difuso y eso
pasa factura, tenemos un gran capital político, pero no tenemos estructura, una
buena organización", reconoció Correa al ofrecer rectificaciones en esa
área.
El gobernante añadió que su cargo "siempre" estará
a disposición del pueblo y las "puertas abiertas" a la concertación
en un país en el que "nunca ha habido tanto consenso y unidad", según
señaló.
"Llamamos a una gran concertación nacional pero, por
ética y principios, hay excepciones", dijo y aseguró que no puede mantener
acuerdos con sus rivales en las elecciones, Lucio Gutiérrez o el magnate
bananero, Álvaro Noboa.
Aseguró que sería una "traición" a su conciencia y a sus electores si tratara de hacer acuerdo con la clase política "que juega con la miseria del pueblo".
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