En un fallo unánime, el Tribunal Supremo del Reino Unido dictaminó que el término "mujer" en la Ley de Igualdad de 2010 se refiere al sexo biológico, resolviendo una disputa legal iniciada por For Women Scotland contra el Gobierno escocés.
El Tribunal Supremo del Reino Unido, máxima instancia judicial del país, emitió este miércoles un fallo histórico, que establece que la definición de "mujer" en la Ley de Igualdad de 2010 está determinada por el sexo biológico.
La sentencia, que pone fin a una prolongada batalla legal iniciada por la organización For Women Scotland, tiene implicaciones significativas para los derechos basados en el sexo, los espacios diferenciados y las políticas de igualdad en Escocia, Inglaterra y Gales.
La disputa comenzó en 2018, cuando el Parlamento escocés aprobó una ley para promover el equilibrio de género en juntas del sector público, incluyendo a personas transgénero con un Certificado de Reconocimiento de Género (CRG) en las cuotas destinadas a mujeres.
For Women Scotland argumentó que las protecciones basadas en el sexo solo debían aplicarse a mujeres biológicas, desencadenando un debate legal que escaló hasta la Corte Suprema.
El Gobierno escocés defendió que las personas trans con un CRG debían tener acceso a las mismas protecciones que las mujeres biológicas, basándose en la Ley de Reconocimiento de Género de 2004. Sin embargo, la Corte Suprema rechazó esta interpretación, priorizando el sexo biológico como criterio definitorio.
El dictamen enfatiza que el sexo es un concepto binario, donde una persona es hombre o mujer según sus características biológicas. También señala que la norma protege a las personas transgenero, aunque insistió en que una persona con un CRG en el género femenino no entra en la definición legal de "mujer" según la ley.
Detalles del dictamen
En un fallo de 88 páginas, los jueces Lord Hodge, Lady Rose y Lady Simler declararon que la decisión unánime del tribunal "es que los términos mujer y sexo en la Ley de Igualdad de 2010 se refieren a una mujer biológica y al sexo biológico".
El dictamen enfatiza que el sexo es un concepto binario, donde una persona es hombre o mujer según sus características biológicas. También señala que la norma protege a las personas transgénero, aunque insistió en que una persona con un CRG en el género femenino no entra en la definición legal de "mujer" según la ley.
"La Ley de Igualdad de 2010 otorga a las personas transgénero protección no solo contra la discriminación a través de la característica protegida de la reasignación de género, sino también contra la discriminación, discriminación indirecta y acoso sustancial en su género adquirido", aclaró el juez Lord Hodge durante la lectura del fallo.
En ese sentido, los jueces subrayaron que la sentencia no debe interpretarse como un triunfo de un grupo sobre otro, ya que las personas trans siguen contando con salvaguardas legales contra la discriminación directa, indirecta y el acoso.
Implicaciones del fallo
La sentencia tiene un impacto directo en la gestión de espacios diferenciados por sexo, como baños, vestuarios, refugios, hospitales y clubes deportivos.
"El fallo del Tribunal Supremo sobre la definición de mujer en la Ley de Igualdad aporta claridad y confianza a las mujeres y a los proveedores de servicios como hospitales, albergues y clubes deportivos", señaló un portavoz del Gobierno británico.
Además, el fallo podría influir en políticas de igualdad salarial, maternidad y eventos deportivos, garantizando que las protecciones basadas en el sexo se apliquen exclusivamente a mujeres biológicas.
Los jueces advirtieron que interpretar el sexo como "certificado" en lugar de "biológico" generaría incoherencias, afectando, por ejemplo, a espacios exclusivos para lesbianas o asociaciones de mujeres.

Reacciones al fallo
La organización For Women Scotland celebró la sentencia como una "victoria para los derechos de las mujeres". "Ha sido un largo camino, una lucha muy larga. Ahora todos nos preparamos para una gran celebración", dijo su directora, Trina Budge.
Activistas de la organización se reunieron frente a la Corte Suprema en Westminster, donde se abrazaron y expresaron su júbilo.
Por su parte, el primer ministro escocés, John Swinney, aceptó el fallo y señaló en redes sociales: "El fallo aporta claridad entre dos piezas legislativas relevantes aprobadas en Westminster. La protección de los derechos de todos será la base de nuestras acciones".
Sin embargo, la sentencia generó preocupación entre defensores de los derechos transgénero.
"Este es un fallo profundamente preocupante para los derechos humanos y un gran golpe para algunas de las personas más marginadas de nuestra sociedad", dijo la diputada escocesa Maggie Chapman.
Simon Blake, director ejecutivo de Stonewall, compartió esta "profunda preocupación", advirtiendo sobre posibles impactos en las protecciones para personas trans.
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