Una investigación realizada en el Reino Unido revela la clave para lograr el éxito en este tipo de situaciones sociales.
(Agencia N+1 / Beatriz de Vera). Imagina que te encuentras en una situación en la que tienes que venderte a ti mismo, ya sea porque has conseguido quedar con tu cita de Tinder o porque al fin te han llamado para esa importante entrevista de trabajo. ¿En qué harías más hincapié, en tu impresionante currículo o en todo lo que has tenido que trabajar y sacrificar para conseguirlo?
Por norma general, solemos darle mayor importancia a los resultados, obviando el esfuerzo que hay detrás, pero esto puede ser un error. Una nueva investigación de la Cass Business School (Londres, Reino Unido) ha encontrado que las personas que necesitan causar una buena impresión deberían concentrarse en comunicar el arduo trabajo y el esfuerzo detrás de su éxito, en lugar de solo enfatizar su talento.
El esfuerzo y el talento
El estudio, publicado en Basic and Applied Social Psychology, fue dirigido por la investigadora Janina Steinmetz, que analizó la forma en que las personas atribuyen su éxito a las fechas y entrevistas de trabajo, y si estas atribuciones fueron exitosas para sus audiencias. La experta encontró que, contrariamente a lo que se piensa, el éxito por sí solo puede no ser suficiente para causar una impresión positiva. En cambio, sugiere que las personas deberían asegurarse de hablar sobre la lucha detrás de su historia para que parezca más agradable.
Steinmetz realizó tres experimentos con participantes de Estados Unidos y los Países Bajos, con personas de todos los rangos de edad (18-75) y con un equilibrio de género uniforme entre hombres y mujeres. Dos de los experimentos emularon entrevistas de trabajo (usando adultos que trabajan) y uno representaba una cita (usando estudiantes). Se les pidió a los participantes que se imaginaran a sí mismos en el rol del administrador de impresiones (entrevistado o "compartidor" en una cita) o el receptor (entrevistador u "oyente" en una cita).
Se le pidió al administrador de impresiones que hablara de sí mismo de una manera positiva y el receptor tenía que indicar con sus comentarios sobre qué querían saber más: si el talento y el éxito, o el arduo trabajo y esfuerzo que había detrás. Los tres experimentos encontraron que los participantes intentaban impresionar enfatizando demasiado sus talentos y éxitos y no cuanto les había costado llegar hasta ahí, algo que, sin embargo, los receptores querían escuchar.
“El éxito no está completo sin el trabajo duro”
"Por ejemplo, si está en una cita y está hablando de un maratón que corrió recientemente, tal vez hable de toda la capacitación que lo ayudó a cruzar la línea de meta. O, si está en una entrevista de trabajo y está hablando de un proyecto exitoso que llevó a la finalización, incluye algunos detalles sobre los desafíos en el camino y cómo los superó ", cuenta Steinmetz.
Para la investigadora, queda claro que comunicar el éxito y el talento en las entrevistas de trabajo o en las citas es importante, pero que es igual de importante contar la historia del arduo trabajo y el esfuerzo detrás de él para crear una primera impresión más cálida, positiva y más relacionable.
"Una historia de éxito no está completa sin el trabajo duro y la explicación de por qué tuvimos éxito. ¿El éxito fue fácil, gracias a los talentos de uno, o se logró a través del trabajo duro? Ambas atribuciones pueden ser parte de un éxito personal, pero mi investigación muestra que enfatizar el esfuerzo es más probable que genere una impresión positiva y que la gente realmente quiere saber la historia", concluye.
Esta noticia ha sido publicada originalmente en N+1, ciencia que suma.
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