´Malditos bastardos´, una producción cinematográfica del género bélico, dirigida por Quentin Tarantino, quien también escribió el guión.
La ficción cinematográfica del estadounidense Quentin Tarantino, "Malditos bastardos", en la que comandos judíos acosan a los temidos SS, fue realidad al final de la segunda Guerra Mundial en la "Operación Nakam" ("Venganza"), testimonia uno de sus últimos supervivientes.
"Operábamos en el sur de Austria los días siguientes al final de la guerra", recuerda a sus 88 años Chaim Miller, israelí de origen vienés, contactado por teléfono por la AFP en el kibbutz donde vive, cerca de Jerusalén.
"Éramos soldados de la brigada judía del ejército británico basados en Tarvisio, del lado italiano de la frontera con Austria.
Los partisanos yugoslavos nos habían proporcionado listas de criminales nazis y nosotros íbamos en grupos de tres a buscarlos en secreto a sus casas", indica.
"Primero pensaban que éramos de la policía militar inglesa. Ponían una cara extraña cuando les enseñábamos nuestras estrellas de David. Pero para ellos ya era demasiado tarde. Los llevábamos a un bosque del lado italiano, les "escuchábamos" media hora y luego les explicábamos que debían expiar. Y se quedaban para siempre en el bosque", asesta Chaim Miller.
"Participé en cierto número de acciones de este tipo y varios grupos más operaban de la misma manera", aclara el anciano.
Los historiadores no coinciden en el número de ejecuciones efectuadas en el marco de esta operación, coordinada por el futuro jefe de Estado Mayor del Ejército israelí, Chaim Laskov.
Nacido Alfred Müller en un barrio obrero de Viena en 1921, Chaim Miller emigró a Palestina en febrero de 1939, tras la anexión de Austria por la Alemania nazi.
En Palestina, integró una tropa de choque del ejército secreto judío Haganah: la "brigada alemana", compuesta por cuarenta judíos de tipo ario que hablaban alemán destinados a infiltrarse detrás de las líneas alemanas si el Afrika Korps de Erwin Rommel amenazara al medio millón de judíos de Palestina, por aquel entonces británica.
"Para prepararnos, en el desierto seguimos un entrenamiento de perfectos soldados alemanes, con las armas, los uniformes y hasta los cantos de la Wehrmacht", evoca Chaim Miller.
Con la derrota de Rommel en agosto de 1942 el proyecto se queda obsoleto. Pero la mayor parte de los elementos de la "brigada alemana", integrada finalmente en el ejército británico en el marco de una brigada judía, realizarán en 1945 la "Operación Nakam".
De hecho, confirma a la AFP el historiador Winfried Garscha, del Centro de Documentación y Resistencia Austriaca (DÖW), en Viena, "como mucho, contando todas las jurisdicciones, sólo del 10 al 15% de los autores de crímenes nazis fueron condenados al final de la guerra, en Austria, Alemania o Italia".
Enterado de los actos de venganza, el Estado Mayor británico desplazó a la brigada judía a Holanda durante el verano de 1945.
Pero, en Alemania, otro grupo judío, no relacionado con la brigada, preparaba su propia operación. Lo dirigía el guerrillero lituano Abba Kovner, que quería "una venganza de la dimensión del Holocausto", con seis millones de alemanes muertos, civiles y no civiles.
AFP
"Operábamos en el sur de Austria los días siguientes al final de la guerra", recuerda a sus 88 años Chaim Miller, israelí de origen vienés, contactado por teléfono por la AFP en el kibbutz donde vive, cerca de Jerusalén.
"Éramos soldados de la brigada judía del ejército británico basados en Tarvisio, del lado italiano de la frontera con Austria.
Los partisanos yugoslavos nos habían proporcionado listas de criminales nazis y nosotros íbamos en grupos de tres a buscarlos en secreto a sus casas", indica.
"Primero pensaban que éramos de la policía militar inglesa. Ponían una cara extraña cuando les enseñábamos nuestras estrellas de David. Pero para ellos ya era demasiado tarde. Los llevábamos a un bosque del lado italiano, les "escuchábamos" media hora y luego les explicábamos que debían expiar. Y se quedaban para siempre en el bosque", asesta Chaim Miller.
"Participé en cierto número de acciones de este tipo y varios grupos más operaban de la misma manera", aclara el anciano.
Los historiadores no coinciden en el número de ejecuciones efectuadas en el marco de esta operación, coordinada por el futuro jefe de Estado Mayor del Ejército israelí, Chaim Laskov.
Nacido Alfred Müller en un barrio obrero de Viena en 1921, Chaim Miller emigró a Palestina en febrero de 1939, tras la anexión de Austria por la Alemania nazi.
En Palestina, integró una tropa de choque del ejército secreto judío Haganah: la "brigada alemana", compuesta por cuarenta judíos de tipo ario que hablaban alemán destinados a infiltrarse detrás de las líneas alemanas si el Afrika Korps de Erwin Rommel amenazara al medio millón de judíos de Palestina, por aquel entonces británica.
"Para prepararnos, en el desierto seguimos un entrenamiento de perfectos soldados alemanes, con las armas, los uniformes y hasta los cantos de la Wehrmacht", evoca Chaim Miller.
Con la derrota de Rommel en agosto de 1942 el proyecto se queda obsoleto. Pero la mayor parte de los elementos de la "brigada alemana", integrada finalmente en el ejército británico en el marco de una brigada judía, realizarán en 1945 la "Operación Nakam".
De hecho, confirma a la AFP el historiador Winfried Garscha, del Centro de Documentación y Resistencia Austriaca (DÖW), en Viena, "como mucho, contando todas las jurisdicciones, sólo del 10 al 15% de los autores de crímenes nazis fueron condenados al final de la guerra, en Austria, Alemania o Italia".
Enterado de los actos de venganza, el Estado Mayor británico desplazó a la brigada judía a Holanda durante el verano de 1945.
Pero, en Alemania, otro grupo judío, no relacionado con la brigada, preparaba su propia operación. Lo dirigía el guerrillero lituano Abba Kovner, que quería "una venganza de la dimensión del Holocausto", con seis millones de alemanes muertos, civiles y no civiles.
AFP
Comparte esta noticia