Así lo indicó el secretario de Comunicaciones, Dionisio Pérez, basándose en las "revisiones" en zona donde se precipitó aparato en que viajaba ministro de Gobernación Blake.
El Gobierno mexicano descartó que la caída del helicóptero en el que murió el ministro de Gobernación (Interior) mexicano, José Francisco Blake, y otras siete personas se debiera a "algún tipo de daño causado por explosión o fuego".
Así lo indicó en rueda de prensa el secretario de Comunicaciones de Transportes (SCT), Dionisio Pérez Jácome, basándose en las "revisiones visuales" realizadas en un primer momento en el lugar del siniestro por peritos.
En un cerro ubicado en el municipio de Chalco, Estado de México, los restos del helicóptero fueron encontrados en un área de entre 150 y 200 metros de largo por 30 o 40 de ancho, un área relativamente compacta.
Se trataría de un accidente
El ministro Pérez Jácome detalló que los primeros datos recabados hacen pensar que el helicóptero impactó contra en el terreno y que hasta el momento no hay "ningún indicio" que haga suponer que se trató de algo distinto a un accidente.
En la misma rueda de prensa, el director general de Aeropuertos y Servicios Auxiliares de la SCT, Gilberto López Meyer, consideró que "muy probablemente el piloto (el teniente coronel Felipe Bacio Cortés, uno de los fallecidos) penetrara" en un banco de niebla e impactara con el terreno escarpado por causas aún por determinar.
Por su parte, el director general adjunto de Tránsito Aéreo mexicano, Rodolfo Olivares, explicó la trayectoria del aparato tal y como fue captada por el radar en diversos momentos de la mañana hasta que se perdió contacto con él.
Señaló que se trataba de un vuelo sin supervisión continuada por parte de una torre de control y que la aeronave buscó una ruta alternativa a la habitual en su trayecto Ciudad de México-Cuernavaca previsiblemente para evitar algunas dificultades climatológicas.
Sin embargo los expertos acreditaron que en el momento de autorizar el despegue de la capital mexicana había condiciones adecuadas para partir, ya que se cumplían con los niveles mínimos de visibilidad.
Además se informó de que el helicóptero, fabricado en 1984 y adquirido un año después por el Gobierno mexicano, había pasado revisiones de mantenimiento sin problemas entre el 4 y el 6 de noviembre.
El helicóptero tenía 6.501 horas de vuelo, un nivel de uso que tampoco apunta a que el accidente fuera consecuencia de un problema mecánico en el aparato.
Los funcionarios mexicanos aseguraron que continuarán los análisis de los hechos y que los datos de las pesquisas se darán a conocer con transparencia y profesionalismo.
EFE
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