La obra, de casi 11.000 millones de dólares, tiene como objetivo duplicar las entregas de gas natural ruso a la principal economía de Europa, Alemania.
El presidente Donald Trump firmó sanciones de Estados Unidos contra las compañías que construyen un gasoducto entre Rusia y Alemania, que según el Congreso podría dar al Kremlin una influencia peligrosa sobre los aliados europeos.
Las sanciones, a las que se opone la Unión Europea, se incluyeron en un extenso proyecto de ley de gastos de defensa para el año fiscal 2020 y alcanza a compañías que construyen el ducto Nord Stream 2 en el Mar Báltico.
La obra, de casi 11.000 millones de dólares, tiene como objetivo duplicar las entregas de gas natural ruso a la principal economía de Europa, Alemania.
El gasoducto, que está casi completo, pasa por debajo del Mar Báltico, eludiendo a Ucrania.
Las sanciones se enmarcan en un proyecto de ley de financiación anual del Pentágono mucho más amplio por 738.000 millones.
Las medidas estadounidenses enojaron a Moscú y a la Unión Europea, la cual dice que debería poder decidir sus propias políticas energéticas.
En un intercambio el viernes con su homólogo alemán, Heiko Maas, el secretario de Estado Mike Pompeo reiteró su "fuerte oposición" a la construcción de Nord Stream 2.
Moscú, por su parte, ha indicado claramente que llevará a cabo este proyecto a pesar de las sanciones anunciadas, que incluyen la congelación de activos y la revocación de visas de Estados Unidos para los empresarios ligados al gasoducto.
Las compañías involucradas
El Departamento de Estado ahora debe comunicar los nombres de las empresas y las personas interesadas en un plazo de 60 días.
La mitad del proyecto es financiado por Gazprom y la otra por cinco compañías europeas (OMV, Wintershall Dea, Engie, Uniper y Shell).
Desde su inicio, muchos obstáculos se han interpuesto en el camino de este proyecto.
Nord Stream 2 solo obtuvo la luz verde de Dinamarca a fines de octubre para cruzar sus aguas, lo que probablemente retrasará su entrada en servicio, inicialmente programada para fines de 2019.
Uno de los principales blancos es Allseas, con sede en Suiza y contratada por la gigante energética estatal rusa Gazprom para construir la sección en alta mar.
Tras la firma de las sanciones, Allseas anunció en un comunicado la suspensión de los trabajos.
El poder de Gazprom está en el centro de las preocupaciones de Estados Unidos sobre el oleoducto, y también de los países de Europa oriental y central.
AFP
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