Estas empresas le han solicitado al presidente de Estados Unidos quitar la obligariedad de usar mascarillas o presentar pruebas PCR para viajar.
Los directivos de las diez principales aerolíneas de Estados Unidos con vuelos internacionales pidieron en una carta al presidente Joe Biden que levante todo tipo de requisitos sanitarios relacionados con el COVID-19 para los pasajeros de los aviones. La principal razón que dan es que “muchas cosas han cambiado desde su imposición y ya no tienen sentido en el contexto sanitario actual”.
Se ha pedido la eliminación de la obligatoriedad del test (PCR o antígenos) exigido para abordar un vuelo y que se cancele igualmente la necesidad de llevar mascarillas durante todo el trayecto aéreo e incluso en el recinto de los aeropuertos.
Las aerolíneas le señalaron a Joe Biden que la carga de obligar tanto a llevar la mascarilla como a mostrar los tests ha recaído en sus empleados ya durante dos años, y es una tarea para la que no están adiestrados, especialmente cuando se encuentran frente a “clientes frustrados”, lo que termina afectando su propio bienestar psicológico.
Aerolíneas garantizan seguridad en sus vuelos
Estas empresas también argumentan el alto nivel de inmunidad en Estados Unidos, la disponibilidad de mascarillas de alta calidad “para quien quiera usarlas”, así como la calidad del aire en las cabinas de sus aviones y la facilidad de acceso a las vacunas para todos los usuarios.
Los directivos le recordaron a Joe Biden que el sector ha apoyado y cooperado con el Gobierno federal cuando introdujo las medidas para frenar el COVID-19, pero que los datos actuales sobre la pandemia son “alentadores” y que las restricciones comienzan a eliminarse de a pocos.
Firman la carta los máximos ejecutivos de American Airlines, Delta, United, JetBlue, FedEx Express, Southwest, Alaska, Hawaiian, UPS y Airlines for America, es decir, la práctica totalidad de empresas del sector con vuelos internacionales.
El pasado año, más de dos millones de pasajeros al día utilizaron el transporte aéreo en Estados Unidos, incluyendo a las compañías de vuelos nacionales o las low cost, que no son firmantes de la carta.
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