Departamento de Estado decidió recurrir a programa especial, denominado que acelera el proceso y representa una vía para facilitar su entrada sin tener que recurrir al proceso habitual.
El Gobierno estadounidense ideó una fórmula para facilitar la entrada en el país a los presos políticos cubanos liberados recientemente, que se encuentran en España pero desean trasladarse a EE.UU., indicó hoy el Departamento de Estado.
En concreto, la oficina que dirige la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y el Departamento de Seguridad Nacional acordaron remitir a la Oficina de Servicios de Inmigración y Ciudadanía (USCIS) los casos de "ciertos presos políticos cubanos recientemente puestos en libertad que han expresado su deseo de irse a EE.UU." para que puedan optar por un programa especial que no les requiere un visado tradicional para entrar en el país.
El programa pretende circunvalar el proceso habitual por el que tendrían que pasar los cubanos, pues una vez que abandonan la isla y se encuentran en un tercer país, el trámite para entrar en EE.UU. es más largo y complicado puesto que se considera que ya no corren riesgo y no pueden solicitar asilo. Por tanto, necesitan un visado o permiso especial.
Por eso, el Departamento de Estado decidió recurrir a un programa especial, denominado "Significant Public Benefit Parole", que acelera el proceso y representa una vía para facilitar su entrada sin tener que recurrir al proceso habitual.
El portavoz de la Oficina para el Hemisferio Occidental, Charles Luoma-Overstreet, indicó a Efe que la embajada de EE.UU. en Madrid está "poniéndose en contacto activamente con los presos políticos liberados para informarles de esta posibilidad".
Si el Departamento de Seguridad Nacional, del que depende la USCIS y que tiene la autoridad exclusiva sobre este tipo de trámites migratorios, aprueba las aplicaciones de los presos liberados, entonces podrán entrar en EE.UU.
Bajo este plan, los presos entrarán en EE.UU. sin un permiso formal de residencia ni de trabajo, pero podrán solicitarlos una vez se encuentre en este país.
De acuerdo con Luoma-Overstreet, se trataría de "un pequeño grupo" de los presos liberados que se encuentran en España.
El pasado 28 de julio llegó a EE.UU. el ex prisionero político cubano Ariel Sigler Amaya, quien quedó parapléjico en prisión y al que se le concedió una visa humanitaria.
El Gobierno cubano se comprometió a liberar a los 52 presos del grupo de los 75 detenidos en la Primavera Negra en 2003, de los que 36 han viajado a España desde mediados del pasado mes de julio.
Los disidentes cubanos Horacio Julio Piña y Fidel Suárez llegarán a Madrid este miércoles con un grupo de familiares una vez que sean excarcelados por el régimen castrista, con lo que serán ya 38 los presos políticos acogidos en España.
La Iglesia cubana anunció la semana pasada que también sería excarcelado Alfredo Felipe Fuentes, aunque Exteriores concretó que su llegada a España tendrá lugar en fecha aún no fijada, "según la disponibilidad de billetes de avión.
Quedarán aún en prisión trece opositores, que en su mayor parte no aceptan la condición de abandonar Cuba para salir de la cárcel, según la disidencia interna de la isla.
El Departamento de Estado ha dicho que "algunos" de los presos liberados han expresado su deseo de trasladarse a EE.UU. y que evaluará "caso por caso" sus solicitudes.
Luoma-Overstreet reiteró que EE.UU. valora la liberación "sin condiciones" de presos políticos por parte del Gobierno cubano, pero también aprovechó la oportunidad para volver a exigir la puesta en libertad de todos estos en la isla.
EFE
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