Gobierno estadounidense informó que congelará venta de armas a ese país, mientras que bancos se mantendrán en alerta por transacciones que puedan efectuar funcionarios del régimen.
Estados Unidos, que ha cerrado su embajada en Trípoli de modo temporal, impondrá sanciones unilaterales y multilaterales contra Libia ante el uso de la violencia por parte de ese Gobierno contra su propio pueblo, anunció hoy la Casa Blanca.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, indicó hoy que Estados Unidos congelará la venta de armas y componentes militares a Libia, hasta ahora en estudio, y la "muy limitada" cooperación militar existente entre los dos países desde que restablecieron sus relaciones diplomáticas hace cinco años.
Al mismo tiempo, el Departamento del Tesoro ha dado instrucciones a los bancos para que se mantengan especialmente alerta sobre transacciones que puedan efectuar funcionarios del régimen libio.
Además, se encuentran en proceso de finalización sanciones unilaterales, explicó Carney, mientras el Gobierno estadounidense, con el presidente Barack Obama a la cabeza, desarrolla intensos contactos diplomáticos para coordinar sanciones multilaterales.
Obama, quien el jueves conversó con los líderes del Reino Unido, Francia e Italia, habló hoy por teléfono con el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, y el lunes recibirá en la Casa Blanca al secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon.
Entre las medidas que se consideran para hacer que el régimen de Muamar el Gadafi "rinda cuentas", se incluyen la imposición de un embargo de armamento y la congelación de fondos del régimen, reveló el portavoz estadounidense, quien también dejó entrever la posibilidad de apoyar que funcionarios libios sean juzgados por la Corte Penal Internacional.
Estados Unidos había mantenido en sordina su respuesta a la violencia en Libia desde el comienzo de las protestas contra Gadafi hace once días, a la espera de que los cerca de 200 ciudadanos presentes en el país árabe fueran evacuados.
El anuncio de la Casa Blanca sobre las sanciones se produjo apenas una hora después de que partiera un avión desde Trípoli, rumbo a Estambul, con los últimos ciudadanos, incluidos los diplomáticos encargados de cerrar la Embajada de manera temporal hasta que se normalice la situación.
"Nuestro foco está en nuestra obligación de garantizar la seguridad de los ciudadanos estadounidenses y de asegurarnos de que las medidas que tomamos son las apropiadas. Estos han sido los principios que han guiado" el comportamiento del Gobierno de Obama desde que comenzó la crisis libia hace once días, explicó al respecto Carney.
En sus declaraciones hoy, el portavoz presidencial se mostró manifiestamente más crítico que en días previos al pronunciarse sobre el comportamiento del dictador libio.
Según afirmó, "Gadafi ha perdido la confianza de su gente. Está supervisando una violencia brutal contra su gente y está claro que ha perdido toda legitimidad a los ojos de su pueblo".
El portavoz no lanzó un llamamiento directo a la marcha del líder libio, algo que, según consideró, "debe ser algo que decidan sus ciudadanos".
Sí indicó que "está claro que la mayoría de la población ha expresado que el continuo uso de la violencia, las claras violaciones de los derechos humanos, son totalmente inaceptables".
"La situación actual no es ni sostenible ni aceptable", indicó Carney.
El presidente estadounidense, Barack Obama, que en una declaración esta semana consideró "un baño de sangre inaceptable" lo que ocurre en el país norteafricano, dedicó hoy buena parte de su jornada al seguimiento de la crisis libia.
Además de su conversación con Erdogan, mantuvo un encuentro de más de dos horas con su asesor de Seguridad Nacional, Tom Donilon, para abordar el desarrollo de los acontecimientos y se mantendrá al tanto a lo largo del fin de semana.
El próximo lunes, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, se desplazará a Ginebra para participar en la reunión extraordinaria de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU sobre Libia. Durante esa estancia se reunirá, entre otros, con sus colegas de Canadá y Turquía, según ha anticipado el Departamento de Estado.
Además, se encuentra en Europa el subsecretario de Estado para Asuntos Políticos, William Burns, para contactar con los países aliados y coordinar posiciones con respecto a Libia.
EFE
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