La Agencia Internacional de Energía estima que entre 2,3 millones y 4,5 millones de barriles de petróleo se expandieron en el mar, de los cuales una parte fue recuperada o evaporada.
El gobierno de Estados Unidos ordenó a la compañía británica BP que informe sobre una "filtración detectada" y otras "anomalías" en el pozo petrolífero averiado en el Golfo de México.
"Le ordeno que me brinde por escrito una pauta para la apertura de la válvula reguladora lo más rápido posible sin dañar el pozo en caso de que se confirmen filtraciones de hidrocarburos cerca del cabezal" de la perforación, dijo el almirante de la Guardia Costera Thad Allen, en una carta enviada el domingo al director de BP, Bob Dudley, en la que pidió un informe al respecto.
Los hidrocarburos se generan de forma natural en el petróleo crudo, y su detección podría significar que hay petróleo filtrándose desde el pozo, averiado a 1.500 metros de profundidad tras la explosión que mató a once operarios de BP en la plataforma Deepwater Horizon, y provocó su hundimiento frente a las costas de Luisiana el 22 de abril.
"Cuando se detecten filtraciones, tiene la orden de organizar los recursos, investigar con prontitud e informar las conclusiones al Gobierno en no más de cuatro horas", puntualizó el funcionario en la misiva.
Además, "debe entregarme por escrito una puesta al corriente en las 24 horas siguientes a la puesta en marcha de sus intenciones", exigió.
"Un requerimiento prioritario es que brinde acceso y coordine los sistemas de supervisión (...) hasta que pueda asegurarme de que no habrá nuevos derrames de petróleo desde el pozo", agregó.
Por primera vez el domingo, día 90 de la catástrofe, el grupo británico anunció la posibilidad de que el pozo permaneciera cerrado hasta que se selle definitivamente en próximas semanas gracias a la excavación en curso de pozos de derivación.
"Teniendo en cuenta las observaciones realizadas, incluida la filtración detectada cerca del pozo y anomalías indeterminadas en la cabeza del pozo, el monitoreo del lecho marino es de primordial importancia durante el período de pruebas", enfatizó Allen.
BP detuvo el jueves la fuga de crudo por primera vez desde abril y el petróleo dejó de derramarse por millones de litros en las aguas del golfo de México.
"El pozo está cerrado y la presión continúa aumentando lentamente", lo que es "una muy buena señal", declaró el domingo el jefe de operaciones de BP, Doug Suttles, en teleconferencia de prensa.
La petrolera sigue trabajando en dos pozos de derivación que deben interceptar al pozo principal a varios kilómetros bajo tierra y permitir "matarlo" definitivamente tapándolo con cemento.
Esta operación extremadamente compleja y delicada está prevista para fines de julio o mediados de agosto.
La marea negra afecta la vida de todos los habitantes de los estados del sur de Estados Unidos: Texas, Luisiana, Misisipi, Alabama y Florida, que viven de la pesca y el turismo.
"No sé si esto ayudará. Sigue siendo un arreglo de corto plazo", dijo a la AFP un habitante de Nueva Orleans, el investigador médico Ashok Pullikuth.
La Agencia Internacional de Energía (AIE) estima que entre 2,3 millones y 4,5 millones de barriles de petróleo se expandieron en el mar, de los cuales una parte fue recuperada o evaporada.
Con 400 especies en peligro de extinción -desde la bacteria más pequeña a los cangrejos o tortugas marinas- los expertos estiman que el petróleo ya comenzó a impactar en el ecosistema.
"Una gigantesca experiencia medioambiental está comenzando", explicó a la AFP Ron Kendall, director del Instituto de salud ambiental y humana de la universidad Texas Tech.
AFP
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