La compañía prevé inyectar cemento y lodo pesado en la parte inferior del pozo para rematar el sellado del depósito que produjo el vertido de crudo.
El Gobierno estadounidense ha pedido pruebas adicionales a BP antes de ordenar a la petrolera británica que termine la operación para cerrar a través de un pozo auxiliar la parte inferior del pozo que causó el vertido en el Golfo de México.
En una rueda de prensa telefónica, el almirante retirado Thad Allen, encargado de coordinar la respuesta del Gobierno de EE.UU. al vertido, señaló que el pozo alternativo va a entrar en funcionamiento y se va a ejecutar la operación denominada "bottom kill" (eliminación desde el fondo).
No obstante, aclaró que antes habrá que "terminar las pruebas para que entendamos las condiciones en las que deberemos avanzar y las precauciones que deben adoptarse para mitigar el riesgo", dijo.
Allen señaló que la operación podría producirse el lunes a última hora o el martes temprano después de que los funcionarios conozcan los resultados de esos análisis, solicitados para minimizar cualquier riesgo potencial de un nuevo escape de crudo.
La multinacional petrolera dijo el viernes haber finalizado las pruebas para medir la presión en el pozo Macondo y señaló que científicos del Gobierno y de la empresa aún estaban analizando los resultados.
La compañía que consiguió taponar la salida de petróleo a principios de mes prevé inyectar cemento y lodo pesado en la parte inferior del pozo para rematar el sellado del depósito que produjo el vertido de manera definitiva.
Con la última tanda de pruebas Estados Unidos quiere tener una medición más precisa del control de la presión alcanzada durante el proceso "bottom kill" para evitar que haya nuevas fugas de crudo.
La compañía calcula que podría haber hasta 1.000 barriles de petróleo atrapados en la parte superior del pozo que podrían salir a mar abierto si hubiera algún problema de presión al conectar un pozo con otro.
Allen ha pedido en una carta dirigida a Bob Dudley, el próximo consejero delegado de BP, que le entregue un plan del sistema de presión para prevenir la excesiva presurización del pozo de Macondo.
El almirante retirado ha pedido otros informes que certifiquen que no va a haber peligro de que los hidrocarburos acumulados suban a la superficie y un análisis sobre la estabilidad del pozo.
Desde que se produjo el pasado 20 de abril la explosión y hundimiento de la plataforma "Deepwater Horizon", en los intentos de limpieza y contención de la fuga se han logrado capturar alrededor de 800.000 barriles de petróleo vertido por el pozo, de un total de 4,9 millones.
EFE
En una rueda de prensa telefónica, el almirante retirado Thad Allen, encargado de coordinar la respuesta del Gobierno de EE.UU. al vertido, señaló que el pozo alternativo va a entrar en funcionamiento y se va a ejecutar la operación denominada "bottom kill" (eliminación desde el fondo).
No obstante, aclaró que antes habrá que "terminar las pruebas para que entendamos las condiciones en las que deberemos avanzar y las precauciones que deben adoptarse para mitigar el riesgo", dijo.
Allen señaló que la operación podría producirse el lunes a última hora o el martes temprano después de que los funcionarios conozcan los resultados de esos análisis, solicitados para minimizar cualquier riesgo potencial de un nuevo escape de crudo.
La multinacional petrolera dijo el viernes haber finalizado las pruebas para medir la presión en el pozo Macondo y señaló que científicos del Gobierno y de la empresa aún estaban analizando los resultados.
La compañía que consiguió taponar la salida de petróleo a principios de mes prevé inyectar cemento y lodo pesado en la parte inferior del pozo para rematar el sellado del depósito que produjo el vertido de manera definitiva.
Con la última tanda de pruebas Estados Unidos quiere tener una medición más precisa del control de la presión alcanzada durante el proceso "bottom kill" para evitar que haya nuevas fugas de crudo.
La compañía calcula que podría haber hasta 1.000 barriles de petróleo atrapados en la parte superior del pozo que podrían salir a mar abierto si hubiera algún problema de presión al conectar un pozo con otro.
Allen ha pedido en una carta dirigida a Bob Dudley, el próximo consejero delegado de BP, que le entregue un plan del sistema de presión para prevenir la excesiva presurización del pozo de Macondo.
El almirante retirado ha pedido otros informes que certifiquen que no va a haber peligro de que los hidrocarburos acumulados suban a la superficie y un análisis sobre la estabilidad del pozo.
Desde que se produjo el pasado 20 de abril la explosión y hundimiento de la plataforma "Deepwater Horizon", en los intentos de limpieza y contención de la fuga se han logrado capturar alrededor de 800.000 barriles de petróleo vertido por el pozo, de un total de 4,9 millones.
EFE
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