Los responsables de la seguridad han pedido la colaboración ciudadana y han recomendado cautela ante lo que consideran una amenaza ´creíble´, aunque ´no confirmada´, de atentado en las próximas horas.
La capital estadounidense se prepara para el décimo aniversario de los atentados del 11-S con una presencia muy visible de policías y perros rastreadores por la ciudad, después de la alerta antiterrorista dada anoche por las autoridades federales.
Los responsables de la seguridad interior han pedido la colaboración ciudadana y han recomendado cautela ante lo que consideran una amenaza "creíble", aunque "no confirmada", de atentado en las próximas horas en EE.UU.
La información proviene de conversaciones telefónicas que han sido interceptadas y en las que un activista de Al Qaeda en Pakistán, relacionado en el pasado con acciones terroristas, habla con interlocutores no identificados sobre supuestos ataques contra Nueva York y Washington, según la cadena de televisión CNN.
La Policía sigue la pista de tres individuos que pudieron haber entrado en EE.UU. el mes pasado con la intención de cometer algún ataque suicida con coche bomba o con un camión.
La jefa de la Policía del distrito capitalino de Columbia, Cathy Lanier, declaró anoche un estado de emergencia policial, y explicó que los agentes estarán trabajando en turnos de 12 horas a lo largo del fin de semana como medida especial de protección.
Lanier explicó que ha ordenado un cambio de horario, con la intención de mantener a sus oficiales en estado de alerta y ayudar a frustrar cualquier tipo de ataque.
"Esto es sólo parte de nuestro plan. El mantenimiento de una sensación de incertidumbre es esencial para el éxito de cualquier plan de seguridad", dijo Lanier.
El incremento de la presencia policial estará respaldado por el FBI, que está investigando cualquier pista que pueda confirmar la amenaza contra la ciudad, en particular.
"No tomamos esta amenaza a la ligera. Nos la tomamos muy en serio, pero estamos preparados para ello", dijo James McJunkin, director adjunto a cargo de la oficina del FBI en Washington.
McJunkin dijo que sus agentes no están buscando a un individuo particular, sino que estaban siguiendo pistas y analizando cualquier patrón de comportamiento inusual.
El portavoz del servicio de metro de la ciudad, Dan Stessel, aseguró hoy que no hay "ninguna amenaza específica" contra el ferrocarril metropolitano, y que continuarán con las medidas especiales previstas para el aniversario antes de que se hiciera pública la amenaza.
El servicio de transporte incluirá más patrullas de policía y de otros organismos de cooperación local, además de las medidas que los conductores no pueden ver, dijo Stessel, quien añadió que la red de metro está preparada para proteger a los usuarios si se convierte en un objetivo específico.
Mientras se incrementan las medidas de seguridad, Washington lucha contra las inundaciones que están dejando tras de sí los restos de la depresión tropical "Lee" y que en las últimas horas han causado cuatro muertos en el área metropolitana.
Algunas escuelas han tenido que cerrar sus puertas, y el Gobierno federal otorgó un día libre o la opción de trabajar desde casa a cientos de miles de empleados públicos.
EFE
Comparte esta noticia