Las políticas arancelarias y la retórica agresiva de Donald Trump están disuadiendo a viajeros internacionales, desde canadienses hasta europeos, afectando al sector turístico de Estados Unidos.
El impacto de las decisiones políticas del presidente Donald Trump está resonando más allá de las fronteras comerciales, golpeando directamente a la industria turística de Estados Unidos. Según un análisis reciente de Tourism Economics citado por The Washington Post, los viajes internacionales al país caerán un 5% este año, lo que se traduciría en un déficit de 64,000 millones de dólares para el sector.
Este dato, reportado por el medio estadounidense, reflejaría cómo la combinación de aranceles, discursos polarizantes y tensiones geopolíticas está llevando a los turistas a replantear sus destinos vacacionales.
Desde Canadá hasta Europa y Asia, los viajeros están optando por alternativas como Australia o resorts canadienses, dejando atrás destinos icónicos como Disney World, los parques nacionales y las ciudades estadounidenses.
Esta tendencia no solo afecta los ingresos del turismo, sino que llega en un momento crítico, con señales de alerta económica como la caída en la confianza del consumidor y el debilitamiento del gasto en viajes domésticos.
En total, se espera una reducción del 15% en los viajes desde Canadá este año, lo que equivaldría a una pérdida de 3 300 millones de dólares en gastos turísticos, según Tourism Economics.
Canadá lidera la retirada de turistas
Canadá, el mayor emisor de visitantes a Estados Unidos, está marcando el ritmo de esta deserción. Las tensiones desatadas por las declaraciones de Trump sobre convertir al país en el "estado 51" han generado una respuesta contundente.
Datos de Statistics Canada muestran una caída del 23 % en los regresos de canadienses desde EE.UU. en febrero, mientras los viajes aéreos desde territorio estadounidense disminuyeron un 13%.
En total, se espera una reducción del 15% en los viajes desde Canadá este año, lo que equivaldría a una pérdida de 3 300 millones de dólares en gastos turísticos, según Tourism Economics.
Bertha López, una mexicana residente en Toronto, ejemplifica esta tendencia. Solía cruzar la frontera para compras rutinarias, pero ahora ha cancelado sus planes de visitar Arizona. "El discurso sobre el ‘estado 51’ me parece ofensivo. No más Disney ni Coca-Cola para mí", afirmó a The Washington Post.
Europa y Asia también dan la espalda a EE.UU.
No solo Canadá está reaccionando. Los viajeros chinos, blanco recurrente de la retórica de Trump, han reducido sus visitas en un 11%, mientras que los provenientes de África, Asia y Centroamérica muestran caídas significativas, según datos gubernamentales citados por The Washington Post.
En Europa, las amenazas de aranceles del 200% al vino y licores han avivado el descontento. Jens Muellers, un alemán que planeaba un viaje por parques nacionales estadounidenses, cambió su itinerario hacia Canadá tras los ataques verbales de Trump a la Unión Europea.
“Es una verdadera lástima y me parte el corazón ver lo que está pasando con los parques nacionales y sus empleados ahora mismo [...] No volveremos a Estados Unidos hasta que la situación cambie significativamente”, lamentó el joven alemán de 31 años.
Una industria turística en jaque
La industria turística estadounidense enfrenta un doble golpe: la retirada de visitantes extranjeros y una demanda interna debilitada. Aerolíneas como Delta, Southwest y American han revisado a la baja sus proyecciones, mientras que hoteleros reportan una caída en los viajes de negocios y gubernamentales.
Jonathan de Araujo, dueño de una agencia de viajes en Florida, señaló a The Washington Post que, aunque las reservas a Disney han subido un 5 %, teme una ola de cancelaciones ante la incertidumbre económica. "Cuando hay problemas económicos, los viajes son lo primero que se recorta", explicó.
No es la primera vez que las políticas de Trump afectan el turismo. Durante su primer mandato, los ingresos del sector cayeron en 20,000 millones de dólares debido a prohibiciones de viaje y medidas migratorias estrictas, según Tourism Economics.
Ahora, con aranceles renovados y una retórica beligerante, la situación podría agravarse. Expertos como Sung Won Sohn, citado por The Washington Post, advierten que la incertidumbre eleva el riesgo de recesión al 35 %, un panorama que podría golpear aún más al gasto del consumidor, clave para el 70 % de la economía estadounidense.
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