El extraño caso de la desertora norcoreana que retornó a su país

Lim Ji-hyun, una conocida desertora norcoreana que aparecía regularmente en la televisión surcoreana ha retornado en misteriosas circunstancias a su país, según muestra un vídeo en el que aparece en Pyongyang renegando de su vida en el Sur.

"Creemos que es ella (la que aparece en el vídeo) y estamos investigando cómo pudo regresar al Norte", informó este martes una portavoz del Ministerio de Unificación surcoreano, que añadió que en las pesquisas participa también el Servicio Nacional de Inteligencia (NIS).

El sur fue un infierno. El vídeo, colgado el fin de semana por la web Uriminzokkiri (ligada al régimen de Pyongyang), muestra a Lim siendo entrevistada por una mujer junto a Kim Man-bok, otro desertor que retornó al Norte tras vivir en el Sur.

La mujer, que en el Norte responde al nombre Jeon Hye-sung (es habitual que los desertores se lo cambien al llegar al Sur), asegura durante la entrevista que cada día de su vida en el Sur "fue un infierno" y que llegó ahí atraída por la falsa promesa de que "comería bien y ganaría mucho dinero".

También aseguró que durante sus apariciones televisivas en el Sur criticó a Corea del Norte no por voluntad propia, si no porque los responsables de los programas le dijeron que tenía que hacerlo.

¿Coaccionada? Ante la falta de libertad de prensa que existe en el Norte resulta imposible confirmar si la entrevista es genuina o si la mujer, que dice que vive ahora de nuevo con sus padres en Anju (unos 60 kilómetros al Norte de Pyongyang), ha sido coaccionada para hablar así.

Algunos desertores consultados por el diario Korea Times sospechan que pudo ser detenida en la frontera entre China y Corea del Norte mientras trataba de ayudar a familiares a salir del país.

Lim llegó a Corea del Sur en 2014 y, tal y como han hecho otras desertoras norcoreanas, comenzó a aparecer regularmente en programas de entretenimiento de la televisión surcoreana en los que se suele ofrecer una visión un tanto frívola o caricaturesca de la vida en Corea del Norte. (EFE)