La repatriación del felino se produjo tras una reunión entre la agencia alimentaria de Bélgica y el embajador de Perú en dicho país. Selena Ali, una estudiante belga quien retornó a su país forzada por la pandemia de la COVID-19, llevó con ella a su gato peruano Lee, pero en Bélgica temían que desarrollara rabia.
El gato "Lee", que las autoridades belgas amenazaban con sacrificar ante el riesgo de que fuera portador de la rabia, ha regresado a Perú, su país de origen, informó este lunes la Agencia federal belga para la seguridad de la cadena alimentaria (Afsca).
La repatriación del felino se produjo tras una reunión entre la Afsca y el embajador de Perú en Bélgica.
La dueña del felino, Selena Ali, una estudiante de Amberes, no ha podido viajar con su mascota, que regresará a Bélgica el próximo agosto, según explicó ella misma a través de su cuenta en Facebook.
"Lee se fue a Perú esta mañana. Por desgracia no se me ha permitido ir a Perú por el confinamiento, pero Lee va a ser bien recibido allí y volverá a Bélgica el 1 de agosto para finalmente formar parte de nuestra familia", dijo la joven.
Selena Ali, que hacía prácticas en Cusco a principios de año, regresó a Bélgica el pasado abril forzada por la pandemia del coronavirus, trayendo con ella un gatito al que llamó "Lee", que había sido vacunado contra la rabia pero todavía no había completado la cuarentena.
La Afsca consideró que existía un alto riesgo de que el animal desarrollara la enfermedad, por lo que pidió que fuera eutanasiado.
La historia dividió a las autoridades belgas sobre la conveniencia o no de sacrificar al felino, que se ganó la simpatía y apoyo de buena parte de los ciudadanos.
La negativa de la propietaria a cumplir con la orden de sacrificio hizo que la Afsca llevara el asunto a los tribunales.
El pasado 5 de junio el tribunal competente del caso en Amberes se pronunció en contra de la eutanasia del animal. EFE
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