Francisco hizo esta revelación durante una conversación con jesuitas en su reciente viaje a Chile.
El papa Francisco reveló que dedica habitualmente los viernes, "aunque a veces se sabe y otras veces no", a encontrarse con víctimas de abusos por parte del clero.
Francisco hizo esta revelación durante una conversación con jesuitas en su reciente viaje a Chile, de la que se publican hoy algunos pasajes en el diario Corriere della Sera.
Los casos de pederastia son "la desolación más grande que la Iglesia está sufriendo. Esto nos empuja a la vergüenza. La vergüenza es una gracia muy 'ignaciana' (de Ignacio de Loyola) y por tanto tomémoslo como una gracia y avergoncémonos profundamente", dijo.
La conversación del Papa se publicará en el próximo número de la revista de la Compañía de Jesús, Civilta Católica, y el director de la misma, Antonio Spadaro, publicó algunos pasajes en el Corriere della Sera.
El papa rememoró ante los jesuitas que un 24 de marzo en Buenos Aires, cuando se recuerdan a los desaparecidos de la dictadura en la Plaza de Mayo, al cruzar la calle oyó a unos padres que decían a su hijo, de unos dos o tres años, "ten cuidado con el pederasta".
"Qué vergüenza sentí. No se dieron cuenta que era el arzobispo, pero yo era un sacerdote y qué vergüenza sentí", explicó.
Señaló que a veces se recuerda, "como si fuera un premio de consolación", que el 70% de los casos de pederastia son en el ámbito familiar, luego en piscinas y gimnasios y el porcentaje en la Iglesia es del 2%, pero que "es terrible aunque fuera solo uno de estos hermanos". (EFE)
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