Alfonso Grados, coordinador del Ejecutivo para la visita papal, aseguró que esto no fue por los efectos del Niño Costero, sino por el descuido de propietarios privados.
El coordinador del Gobierno de la visita del Papa al Perú, Alfonso Grados, dijo que durante los preparativos en Trujillo notaron que algunas propiedades privadas “afeaban muchísimo” la ruta de Francisco en la ciudad. Según el exministro de Trabajo, esto no fue por los efectos del Niño Costero, sino por “la dejadez” de sus propietarios.
“Eran propiedades privadas que tenían abandonados sus frontis o que tenían lonas que intentaban cubrir terrenos baldíos. No era sostenible mantenerlo así ante el recorrido papal. Pero eran zonas privadas, ahí no estaba involucrado el Estado. El gobierno municipal hizo gestiones para que los propietarios cubrieran de una mejor manera sus propiedades y generaran un espacio más razonable para la visita papal”, indicó Grados.
El reto de la Reconstrucción
El exministro de Trabajo también aseguró que no hubo intención de ocultar o de minimizar el reto que tiene el Gobierno para la reconstrucción del norte tras el Niño Costero. “Si ha habido errores por querer mejorar el aspecto de una zona puntual creo que hay que reconocerlo. Pero que quede claro que no hubo intención de ocultar nada o que se elimine temporalmente la imagen de un problema que requiere atención inmediata”, sostuvo.
El distrito trujillano de Víctor Larco, cuyo barrio Buenos Aires fue recorrido por Francisco el sábado, quedó muy afectado tras el Niño Costero el año pasado. Grados dijo que la rehabilitación de una de sus avenidas, Pedro Herrera, fue priorizada en la Reconstrucción por la visita papal. “Para que el papa y su comitiva tenga una visita segura”, señaló.
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