El grupo de enfermedades afecta principalmente a las personas en situación de pobreza extrema, especialmente mujeres y niños.
Estas enfermedades son denominadas “desatendidas” porque están asociadas a la pobreza y a la marginalidad, y debido a que históricamente, no habían recibido suficiente atención de los gobiernos para su abordaje. Si no son detectadas ni tratadas a tiempo, pueden dejar secuelas irreversibles. Algunas, pueden provocar discapacidad física en forma crónica, lo que afecta las posibilidades de trabajar, perpetuando el círculo de la pobreza.
Las enfermedades infecciosas desatendidas se clasifican en tres grupos según las medidas de control y eliminación. Siete son consideradas las enfermedades que se podrían eliminar, una la enfermedad que se pueden controlar o reducir drásticamente y 3 las enfermedades en las que se puede reducir el número de afectados.
Se registran más de 51.000 casos de leishmaniasis cutánea, 390.000 de paludismo y más de 33.000 casos nuevos de lepra por año. Además, en la región, 70 millones de personas están en riesgo de contraer Chagas, 25 millones de padecer esquistosomiasis y 12,6 millones de sufrir filariasis linfática.
Entérate de más en la siguiente infografía.
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