El hombre dirigió un vehículo de tres ruedas cargado de explosivos contra una multitud en un suburbio de Aksu, cercana a la frontera con Kirguizistán, informó la agencia Xinhua.
La explosión de una bomba acoplada a un triciclo eléctrico mató al menos a siete personas e hirió a otras 14 en la región autónoma noroccidental de Xinjiang, informó hoy la agencia oficial Xinhua.
Según declaró Hou Hanmin, portavoz del gobierno provincial en Urumqi, el suceso ocurrió alrededor de las 10.30 hora local (2.30 GMT de hoy, jueves) cuando un hombre de etnia uigur dirigió un vehículo de tres ruedas cargado de explosivos contra una multitud en un suburbio de Aksu, ciudad cercana a la frontera con Kirguizistán.
La portavoz agregó que se trató de un "ataque intencionado".
La policía detuvo al presunto atacante, que resultó herido en la acción, pero no dio más detalles del incidente.
Se trata del peor suceso que vive la provincia de Xinjiang desde las revueltas interétnicas que en julio del año pasado causaron la muerte de al menos 198 personas y más de 1.600 heridos, según datos del Gobierno chino, en la peor matanza que ha vivido el gigante asiático desde la de Tiananmen, en 1989.
Xinjiang estuvo habitada durante siglos por los uigures, etnia de credo musulmán, hasta que los colonos chinos empezaron a llegar a la región tras la ocupación de las tropas comunistas, en 1949, y en especial en las últimas dos décadas, hasta convertirse en la mitad de sus pobladores.
Los uigures acusan al Gobierno chino de reprimir y segregar su cultura y de torturar a sus miembros o ejecutarlos bajo falsas acusaciones de terrorismo.
Pekín argumenta que los independentistas uigures tienen vínculos con grupos terroristas, mientras que grupos de derechos humanos y uigures en el exilio acusan al régimen comunista de usar esa justificación para aumentar la represión religiosa y cultural contra esta minoría con presencia en otros países vecinos.
EFE
Según declaró Hou Hanmin, portavoz del gobierno provincial en Urumqi, el suceso ocurrió alrededor de las 10.30 hora local (2.30 GMT de hoy, jueves) cuando un hombre de etnia uigur dirigió un vehículo de tres ruedas cargado de explosivos contra una multitud en un suburbio de Aksu, ciudad cercana a la frontera con Kirguizistán.
La portavoz agregó que se trató de un "ataque intencionado".
La policía detuvo al presunto atacante, que resultó herido en la acción, pero no dio más detalles del incidente.
Se trata del peor suceso que vive la provincia de Xinjiang desde las revueltas interétnicas que en julio del año pasado causaron la muerte de al menos 198 personas y más de 1.600 heridos, según datos del Gobierno chino, en la peor matanza que ha vivido el gigante asiático desde la de Tiananmen, en 1989.
Xinjiang estuvo habitada durante siglos por los uigures, etnia de credo musulmán, hasta que los colonos chinos empezaron a llegar a la región tras la ocupación de las tropas comunistas, en 1949, y en especial en las últimas dos décadas, hasta convertirse en la mitad de sus pobladores.
Los uigures acusan al Gobierno chino de reprimir y segregar su cultura y de torturar a sus miembros o ejecutarlos bajo falsas acusaciones de terrorismo.
Pekín argumenta que los independentistas uigures tienen vínculos con grupos terroristas, mientras que grupos de derechos humanos y uigures en el exilio acusan al régimen comunista de usar esa justificación para aumentar la represión religiosa y cultural contra esta minoría con presencia en otros países vecinos.
EFE
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