Se trata de un inmigrante mexicano que no tiene seguro médico, pero hospital de Arizona anunció que lo desconectará de las máquinas que lo mantienen con vida o lo enviará a México.
La familia de un inmigrante mexicano que se encuentra en coma y no tiene seguro médico pide a un hospital de Arizona que le dé tiempo, después de que el nosocomio informara que lo desconectará de las máquinas que lo mantienen con vida o lo enviará a México.
"Lo único que pedimos es que nos den un poco más de tiempo" para encontrar una solución, dijo a Efe Evelyn Saenz, esposa de Jesús Armando Cornelio, de 23 años.
El joven, quien llegó a Estados Unidos cuando apenas era un niño con una visa de turista junto con sus padres, sufrió una embolia el pasado 19 de septiembre, mientras jugaba un partido de fútbol. Desde entonces se encuentra en coma y no ha recobrado el conocimiento.
Saenz, quien es ciudadana estadounidense, explicó que representantes del hospital Banner Good Samaritan en Phoenix le han dicho que solo tiene unos cuantos días para decidir si desconectará a su esposo de las máquinas o si lo envían a México para que reciba atención médica.
"Creo que el hospital está más interesado en el dinero que en su salud", aseguró Saenz.
Cornelio, dijo su esposa, había iniciado al casarse sus trámites de residencia y el pasado viernes recibió el permiso para trabajar de manera legal en Estados Unidos y el sábado su tarjeta con su número de Seguro Social.
Sin embargo, cuando Saenz acudió a solicitar ayuda médica para el joven inmigrante le dijeron que no podían procesar su solicitud por que no tenían la firma de Cornelio.
Otra traba que enfrenta la familia es que existe una regulación que exige que una persona debe de haber sido por lo menos cinco años residente legal para poder solicitar este beneficio.
"En el hospital han dicho que por la falta de seguro médico no podrán atenderlo", dijo Saenz, quien se casó con Cornelio en abril de 2010.
La esposa del inmigrante mexicano dijo sentirse frustrada con el sistema ya que le han negado la ayuda que necesita.
Reyna Polanco, voluntaria del grupo Respect/Respecto, dijo a Efe que Cornelio es un joven deportista y un modelo a seguir en su comunidad.
"A la familia le han dicho que tiene muerte cerebral, pero abre sus ojos y muestra ciertas mejoras como mover las manos", aseguró Polanco.
En su opinión, si el hospital envía a Cornelio a México sería como una "deportación médica", algo que puede hacer sin necesidad de tener el consentimiento de la familia.
Agregó que en Arizona ya se han dado varios casos de hospitales que envían a México a pacientes, sobre todo inmigrantes indocumentados, que no cuentan con un seguro médico que cubra sus gastos de hospitalización.
"Este caso representa los efectos que están teniendo las malas decisiones del Gobierno estatal en los recortes de presupuestos, la falta de valores, la falta de moral que debemos tener todos", aseguró la activista.
Debido a la crisis económica que enfrenta el estado, el Legislativo estatal ha aprobado una serie de recortes al programa benéfico de cuidado médico.
"Creo que esto no estaría pasando si el paciente en vez de llamarse "Jesús" se llamara "Frankie"", puntualizó Polanco, quien agregó que el ser hispano y estar en proceso de regularizar su estatus migratorio es una "desventaja" para Cornelio.
La familia tiene la esperanza de conseguir la ayuda que necesita para salvar la vida del mexicano y asegura que tienen fe en Dios de que éste volverá a ser el mismo de antes.
Por su parte, representantes del hospital en un comunicado de prensa dijeron que esperan llegar a un acuerdo con la familia para que al final el inmigrante pueda recuperarse. EFE
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