La FAO sostiene que la incapacidad de las instituciones para ocuparse de la escasez de recursos influye en la dinámica de los conflictos.
La distribución desigual de los recursos naturales hace más probable que los países que han sufrido conflictos vuelvan a caer en ellos, señaló una alta responsable de la FAO, Marcela Villarreal.
En una charla en la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Villarreal destacó además que la incapacidad de las instituciones para ocuparse de la escasez de recursos influye en la dinámica de los conflictos.
Conflictos por recursos naturales. La directora de la Oficina de Asociaciones, Capacitación y Promoción de la FAO agregó que los conflictos por los recursos naturales cada vez se dan más dentro de las fronteras de los países, sobre todo en áreas donde la gente depende de la tierra y otros recursos naturales para sobrevivir.
Caso Somalia. Puso el ejemplo de Somalia, donde las relaciones se han tensado a medida que la sequía se agudizaba, lo que ha derivado en la caída del precio del ganado y el recorte de los ingresos de pastores y ganaderos, que se han vuelto más proclives a participar en el conflicto para ganarse la vida.
Otras fuentes de conflicto. La tenencia de la tierra también puede ser una fuente de conflicto, según Villarreal, que citó un estudio según el cual la densidad de la población en Ruanda creció, y con ella la competencia por los recursos, antes del genocidio de 1994.
Agudización de la violencia. El desplazamiento de personas que reclaman la posesión de las tierras, el colapso del sistema judicial, la desconfianza general y la falta de registros de la propiedad son otros factores que amenazan con alargar las crisis en los países afectados por la violencia, de acuerdo a la experta. Villarreal destacó que el hambre puede ocasionar inestabilidad, como sucedió con la primera huelga documentada de la Historia entre los esclavos del Antiguo Egipto o con las caídas del régimen etíope en 1974 y del Gobierno haitiano en 2008.
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