El mando central de las FARC reiteró que sigue dispuesto a poner en libertad al cabo Pablo Emilio Moncayo, y al soldado Josué Daniel Calvo Sánchez.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) ratificaron hoy su decisión de poner en libertad a dos militares rehenes y entregar el cadáver de un capitán de la policía que murió en cautiverio.
Los rebeldes confirmaron la decisión en una carta a la congresista opositora Piedad Córdoba, líder del colectivo de intelectuales Colombianos y Colombianas por la Paz (CCP), al que los insurgentes entregaron a comienzos de año a seis secuestrados.
En el mensaje, divulgado por correo electrónico, el Secretariado o mando central de las FARC reiteró que sigue dispuesto a poner en libertad al cabo Pablo Emilio Moncayo, y al soldado profesional Josué Daniel Calvo Sánchez, y a entregar el cadáver del policía Julián Guevara.
Moncayo está en manos de los rebeldes desde diciembre de 1997, lo que lo convierte en uno de los dos rehenes con más tiempo secuestrado, mientras que Calvo, hecho cautivo el pasado abril, es el miembro de la fuerza pública de retención más reciente.
Por su parte Guevara murió de una aparente enfermedad tropical en 2006, ocho años después de que fuera secuestrado por las FARC, que lo incluyó junto a los otros en una lista de secuestrados con fines de canje por medio millar de insurgentes presos.
En esta relación, reducida en la actualidad a 24 militares y policías, estuvieron la colombo-francesa Íngrid Betancourt, y los tres estadounidenses que fueron rescatados en julio de 2008 junto a once efectivos colombianos, en una operación militar encubierta en las selvas del departamento oriental del Guaviare.
En la comunicación a Córdoba, el mando rebelde aludió a la decisión del presidente colombiano, Álvaro Uribe, de autorizarla a ella para recibir a rehenes en conjunto con la Iglesia católica y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
Uribe impartió la autorización el pasado 8 de julio, pero con la condición de que los rebeldes pongan en libertad a todos los secuestrados con fines de canje.
Para las FARC, "es el pleno reconocimiento oficial a la seriedad de sus gestiones humanitarias (las de Córdoba)".
Si el Presidente la facultó para esa trascendente misión, "seguramente muy pronto nos hará conocer una propuesta acerca de las circunstancias de modo, tiempo y lugar en que, sus delegados y los nuestros, van a poder precisar los términos de un acuerdo de canje que permita la liberación de los prisioneros de guerra del Estado y de la guerrilla", añadió la jerarquía guerrillera.
El mando rebelde observó que, mientras tanto, puede "organizar" la entrega de Moncayo y de Calvo junto al cadáver de Guevara.
EFE
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