El líder cubano irrumpió en la historia al mando de los rebeldes de la Sierra Maestra que tomaron el poder en Cuba tras derrocar a Fulgencio Batista el 1 de enero de 1959.
Fidel Castro gobernó Cuba durante casi medio siglo y este viernes murió a los 90 años. Fue el último dirigente histórico del comunismo y uno de los mayores rivales de Estados Unidos. Instauró un régimen marxista-leninista a sólo 150 km de las costas estadounidense y se alió con la entonces Unión Soviética desde el triunfo de su revolución. Con mano de hierro, gobernó 47 años la isla y siguió siendo el máximo guía del régimen después de que enfermó. El 31 de julio de 2006 entregó el mando del país a su hermano Raúl, cinco años menor.
Abogado rebelde. Fidel Castro nació en la aldea oriental de Birán el 13 de agosto de 1926. El líder revolucionario tuvo una infancia acomodada. Fue el tercero de siete hijos del inmigrante español y terrateniente Angel Castro y de la campesina cubana Lina Ruz. Forjó su disciplina en escuelas jesuitas y moldeó su rebeldía en la Universidad de La Habana, donde ingresó en 1945, graduándose de abogado en 1950.
Prendió la mecha de la revolución el 26 de julio de 1953, cuando con un centenar de seguidores intentó tomar por asalto el Cuartel Moncada, en Santiago de Cuba. Tras salir de la cárcel en 1955 partió a México y regresó a la isla al mando de 82 hombres, entre ellos el argentino Ernesto Che Guevara y su hermano Raúl, en un accidentado desembarco el 2 diciembre de 1956 para iniciar la lucha guerrillera que derrocó a Batista.
El gobierno de los barbudos. Fidel irrumpió en la historia el 1 de enero de 1959 cuando, al frente de un ejército de "barbudos", derrocó al dictador Fulgencio Batista, tras 25 meses de lucha en la Sierra Maestra. Bajo su mando, Cuba protagonizó la crisis de los misiles, se convirtió en santuario de la izquierda latinoamericana, y envió a sus tropas a África para defender al gobierno izquierdista de Angola contra las fuerzas del apartheid sudafricano.
Sobrevivió a la invasión de Bahía de Cochinos en 1961, a la crisis de los misiles en 1962 y a la desintegración de la Unión Soviética en 1991. Una decena de ocupantes de la Casa Blanca, desde Dwight Eisenhower a George W. Bush, buscaron derrocarlo, hasta que Barack Obama en 2014 anunció el fin de la hostilidad hacia Cuba.
Odiado y amado. Fidel Castro dirigió los destinos de los cubanos, para unos como un padre protector, para otros como un patrón severo y mesiánico. Bajo su gobierno nació 70% de los 11,1 millones de habitantes de la isla.
Sus opositores lo vieron como un implacable dictador que confiscó libertades y propiedades, sometió a la población a penurias económicas y no admitió el disenso. Más de 1,5 millones de cubanos partieron al exilio. Para sus admiradores fue un paradigma de justicia social y solidaridad con el Tercer Mundo, que elevó a Cuba a potencia mundial en deporte, con niveles de salud y educación descollantes en América Latina. (AFP)
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