Sin recuperarse del todo de los dos ciclones anteriores que acabaron con la vida de cerca de 800 personas, el Gobierno de Manila espera a "Lupit".
El Gobierno filipino puso hoy en alerta a sus servicios de prevención de desastres y asistencia, en respuesta al tifón "Lupit", que se aproxima al norte del archipiélago, donde los dos ciclones anteriores causaron cerca de 740 muertos.
Según el servicio nacional de meteorología, el tifón "Lupit", con vientos de hasta 160 kilómetros por hora, está a menos de mil kilómetros de distancia de la costa del este de la isla de Luzón, a la que llegará en las próximas 72 horas si mantiene su dirección actual.
El Consejo Nacional para la Coordinación de Desastres Naturales indicó en un comunicado que los gobiernos provinciales han recibido la orden de evacuar a la gente de las áreas de mayor riesgo, tener preparados a los equipos de rescate y organizar la distribución de ayuda básica.
La alerta fue dada por el Gobierno dos semanas después de que 419 personas perdieran la vida en las avalanchas e inundaciones causadas por el tifón "Parma" en el norte de Luzón.
Otras 341 personas fallecieron a finales del pasado septiembre por el paso de la tormenta tropical "Ketsana", que inundó el 80 por ciento de Manila, la capital del país.
"Parma", que a lo largo de diez días tocó tierra hasta tres veces en la mitad norte de Luzón, destruyó más de 4.000 casas y causó daños en infraestructuras y cosechas valorados en 10.430 millones de pesos (casi 225 millones de dólares ó 152 millones de euros).
Cerca de 75.000 evacuados siguen en centros de acogida y el número de damnificados supera los tres millones.
De entre las más de 700 víctimas mortales por ambas tragedias, 88 perdieron la vida por leptospirosis, una enfermedad asociada al agua contaminada por la orina de la rata.
Las autoridades filipinas estiman que el valor total de los daños causados por los dos temporales superaran los 23.000 millones de pesos, y el Gobierno ha creado una comisión que determinará la cantidad de ayuda que se pedirá a los donantes internacionales.
Varios expertos han identificado el chabolismo descontrolado como el principal factor de estos desastres naturales que afectan a Filipinas, donde han quedado en evidencia el pésimo estado de las infraestructuras, así como la falta de preparación y medios de los que dispone las autoridades para responder a las emergencias.
Entre 15 y 20 tifones y un sinfín de temporales y sistemas de baja presión suelen pasar cada año por Filipinas durante la estación lluviosa, que transcurre entre junio y diciembre. EFE
Según el servicio nacional de meteorología, el tifón "Lupit", con vientos de hasta 160 kilómetros por hora, está a menos de mil kilómetros de distancia de la costa del este de la isla de Luzón, a la que llegará en las próximas 72 horas si mantiene su dirección actual.
El Consejo Nacional para la Coordinación de Desastres Naturales indicó en un comunicado que los gobiernos provinciales han recibido la orden de evacuar a la gente de las áreas de mayor riesgo, tener preparados a los equipos de rescate y organizar la distribución de ayuda básica.
La alerta fue dada por el Gobierno dos semanas después de que 419 personas perdieran la vida en las avalanchas e inundaciones causadas por el tifón "Parma" en el norte de Luzón.
Otras 341 personas fallecieron a finales del pasado septiembre por el paso de la tormenta tropical "Ketsana", que inundó el 80 por ciento de Manila, la capital del país.
"Parma", que a lo largo de diez días tocó tierra hasta tres veces en la mitad norte de Luzón, destruyó más de 4.000 casas y causó daños en infraestructuras y cosechas valorados en 10.430 millones de pesos (casi 225 millones de dólares ó 152 millones de euros).
Cerca de 75.000 evacuados siguen en centros de acogida y el número de damnificados supera los tres millones.
De entre las más de 700 víctimas mortales por ambas tragedias, 88 perdieron la vida por leptospirosis, una enfermedad asociada al agua contaminada por la orina de la rata.
Las autoridades filipinas estiman que el valor total de los daños causados por los dos temporales superaran los 23.000 millones de pesos, y el Gobierno ha creado una comisión que determinará la cantidad de ayuda que se pedirá a los donantes internacionales.
Varios expertos han identificado el chabolismo descontrolado como el principal factor de estos desastres naturales que afectan a Filipinas, donde han quedado en evidencia el pésimo estado de las infraestructuras, así como la falta de preparación y medios de los que dispone las autoridades para responder a las emergencias.
Entre 15 y 20 tifones y un sinfín de temporales y sistemas de baja presión suelen pasar cada año por Filipinas durante la estación lluviosa, que transcurre entre junio y diciembre. EFE
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