La cumbre de Pittsburgh es la tercera del G20 a nivel de jefes de Estado, tras las celebrada en noviembre de 2008 en Washington y en abril pasado en Londres.
El G-20, cuyo papel como árbitro de la economía mundial saldrá reforzado de la cumbre de Pittsburgh, convocó ya sus próximas reuniones de mandatarios, que serán el próximo mes de junio en Canadá, y en noviembre de 2010 en Corea del Sur.
Así consta en el último borrador de la declaración final que adoptarán los 19 gobiernos del grupo y la Unión Europea al término de esta cumbre, en la que salen decididos a impulsar la reforma del sistema financiero internacional y lograr un crecimiento económico más sostenible y ecológico.
La cumbre de Pittsburgh es la tercera del G-20 a nivel de jefes de Estado y de Gobierno, tras las celebrada en noviembre de 2008 en Washington y en abril pasado en Londres.
Hasta que estalló la crisis financiera internacional, hace un año, el grupo de los 20 -que incluye a los países más desarrollados y a una selección de naciones emergentes, como China, India, Argentina y México- había pasado desapercibido.
Fue un grupo que se creó en 1999, tras la crisis asiática, con el objetivo de coordinar las acciones del grupo de los siete países más industrializados con las naciones emergentes, y solo se reunía a nivel ministerial.
Pero la gravedad de la crisis hizo patente que había que involucrar a un grupo que no solo integrara a las naciones más poderosas, como el Grupo de los 8, por lo que se decidió que el foro más adecuado sería el G-20.
Tras tres cumbres, los líderes de estos países han decidido no sólo continuar los trabajos del G-20, sino constituirlo oficialmente como el grupo de coordinación de la economía mundial.
En un comunicado, la Casa Blanca explicó que esta decisión se debe a los "cambios espectaculares que se están produciendo en la economía mundial, y que no siempre se reflejan en la arquitectura global para la cooperación económica".
"Pero esto ha empezado a cambiar hoy", añade el comunicado, que indica que "los líderes del G-20 han alcanzado un acuerdo histórico para poner a este grupo en el centro de sus esfuerzos para trabajar juntos en la construcción de una recuperación duradera y en la eliminación de las debilidades que condujeron a esta crisis". EFE
Así consta en el último borrador de la declaración final que adoptarán los 19 gobiernos del grupo y la Unión Europea al término de esta cumbre, en la que salen decididos a impulsar la reforma del sistema financiero internacional y lograr un crecimiento económico más sostenible y ecológico.
La cumbre de Pittsburgh es la tercera del G-20 a nivel de jefes de Estado y de Gobierno, tras las celebrada en noviembre de 2008 en Washington y en abril pasado en Londres.
Hasta que estalló la crisis financiera internacional, hace un año, el grupo de los 20 -que incluye a los países más desarrollados y a una selección de naciones emergentes, como China, India, Argentina y México- había pasado desapercibido.
Fue un grupo que se creó en 1999, tras la crisis asiática, con el objetivo de coordinar las acciones del grupo de los siete países más industrializados con las naciones emergentes, y solo se reunía a nivel ministerial.
Pero la gravedad de la crisis hizo patente que había que involucrar a un grupo que no solo integrara a las naciones más poderosas, como el Grupo de los 8, por lo que se decidió que el foro más adecuado sería el G-20.
Tras tres cumbres, los líderes de estos países han decidido no sólo continuar los trabajos del G-20, sino constituirlo oficialmente como el grupo de coordinación de la economía mundial.
En un comunicado, la Casa Blanca explicó que esta decisión se debe a los "cambios espectaculares que se están produciendo en la economía mundial, y que no siempre se reflejan en la arquitectura global para la cooperación económica".
"Pero esto ha empezado a cambiar hoy", añade el comunicado, que indica que "los líderes del G-20 han alcanzado un acuerdo histórico para poner a este grupo en el centro de sus esfuerzos para trabajar juntos en la construcción de una recuperación duradera y en la eliminación de las debilidades que condujeron a esta crisis". EFE
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