Esta bomba estadounidense, conocida como el 'Penetrador de Artillería Masiva', es la única capaz de alcanzar objetivos fortificados como la planta nuclear de Fordo en Irán. Su uso podría escalar el conflicto entre Israel, Irán y Estados Unidos.
La GBU-57, apodada "rompebúnkers", es una bomba de precisión de 13 600 kilos diseñada por Estados Unidos para destruir instalaciones fortificadas y subterráneas, como búnkeres y túneles. Bautizada oficialmente como 'Massive Ordnance Penetrator' (MOP), 'Penetrador de Artillería Masiva' en español, es un arma que se guía por GPS.
Según la Fuerza Aérea estadounidense, esta arma es única por su capacidad de penetrar hasta 60 metros bajo la superficie antes de detonar, gracias a su construcción en aleación de acero y su diseño aerodinámico.
Desarrollada desde 2004 bajo la administración de George W. Bush, la GBU-57 fue probada y añadida al arsenal estadounidense durante el primer mandato de Donald Trump.
Su propósito original era contrarrestar instalaciones nucleares protegidas en países como Irán y Corea del Norte. Actualmente, solo el bombardero furtivo B-2 Spirit, operado exclusivamente por la Fuerza Aérea de EE.UU., puede transportarla debido a su peso y dimensiones.
Su espoleta inteligente detecta huecos en su trayectoria descendente, como habitaciones o pisos, y detona en el punto óptimo para maximizar el daño.
¿Cómo funciona la GBU-57?
La GBU-57 no está diseñada para causar explosiones masivas en áreas extensas, sino para atacar con precisión objetivos específicos.
Su espoleta inteligente detecta huecos en su trayectoria descendente, como habitaciones o pisos, y detona en el punto óptimo para maximizar el daño. Esta capacidad permite a la bomba destruir estructuras reforzadas enterradas a gran profundidad.
Diarios estadounidenses, como el Washington Post, informan que pruebas del MOP han demostrado que un solo impacto podría no ser suficiente para destruir instalaciones severamente fortificadas, lo que requeriría ataques en oleadas con varias bombas lanzadas por el mismo punto de entrada.
El diario de la capital de Estados Unidos también señala que, según expertos, "no existen informes públicos del uso del MOP en combate".

¿Por qué sería crucial para las bases nucleares de Irán?
El principal objetivo potencial de la GBU-57 en Irán es la planta de enriquecimiento nuclear de Fordo, ubicada a unos 80 metros bajo una montaña cerca de Qom, al suroeste de Teherán.
Según informes del Washington Post, Fordo está protegida por gruesos muros, puertas a prueba de explosiones y hasta 90 metros de roca, lo que la hace resistente a armas convencionales.
La instalación, operativa desde 2009, produce uranio enriquecido al 60%, acercándose al 90% necesario para un arma nuclear, según el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Expertos como Richard Nephew, exnegociador estadounidense, han señalado que incluso si Fordo fuera destruida, Irán podría mantener capacidades nucleares en sitios desconocidos.
Sin embargo, la eliminación de Fordo sería un golpe significativo al programa nuclear iraní, ya que es el sitio de enriquecimiento más fortificado del país.
Conflicto entre Israel e Irán
Las tensiones entre Israel e Irán se han intensificado tras los ataques israelíes del último 13 de junio contra instalaciones nucleares y de misiles iraníes.
Según el OIEA, los bombardeos dañaron la planta de Natanz, pero Fordo, debido a su ubicación subterránea, no sufrió daños significativos.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha calificado el programa nuclear iraní como una "amenaza existencial" para Israel, mientras que Teherán insiste en que sus actividades tienen fines civiles.
Israel ha dependido de armamento estadounidense en su ofensiva, pero carece de los aviones necesarios para desplegar la GBU-57. Esto coloca a Estados Unidos en una posición crítica, ya que cualquier decisión de usar la bomba implicaría su participación directa en el conflicto.
La decisión de Donald Trump y las implicaciones de EE.UU.
El presidente Donald Trump enfrenta un dilema estratégico. Por un lado, ha expresado su interés en evitar un conflicto directo en Medio Oriente, como afirmó en sus campañas presidenciales. Por otro, la presión de Israel, liderada por Netanyahu, y de sectores republicanos como el senador Lindsey Graham, lo insta a considerar el uso de la GBU-57 para neutralizar Fordo.
Graham ha declarado que si la diplomacia no tiene éxito, instará al presidente Trump "a hacer todo lo posible para asegurarse de que, cuando esta operación termine, no quede nada en pie en Irán con respecto a su programa nuclear".
Sin embargo, el ala antiintervencionista del Partido Republicano, liderada por figuras como Tucker Carlson, se opone a la participación de EE.UU., argumentando que las guerras en Oriente Medio desvían recursos de prioridades como la contención de China.
Posibles consecuencias de un ataque con la GBU-57
El uso de la GBU-57 contra Fordo podría tener consecuencias significativas. Operativamente, requeriría múltiples bombardeos con B-2, lo que implicaría un compromiso militar directo de EE.UU. y un riesgo de escalada en el conflicto.
Además, el OIEA ha advertido que un ataque podría liberar material nuclear en el área, aunque los daños en Natanz no causaron contaminación externa.
Políticamente, la participación de EE.UU. podría cerrar la puerta a negociaciones nucleares con Irán, como han advertido funcionarios iraníes. También podría agravar las tensiones en la región y dividir aún más a la opinión pública estadounidense, especialmente entre los partidarios de Trump que rechazan intervenciones extranjeras.