Trabajos vinculados con energías limpias ayudarían a ahorrar las emisiones contaminantes de CO2, indicaron los representantes de la organización ecologista.
Greenpeace ha presentado una propuesta al Gobierno alemán para crear en 2011 alrededor de 115.000 empleos vinculados con energías limpias que ayudarían a ahorrar las emisiones contaminantes de CO2 provocadas por seis centrales térmicas de carbón.
Según un comunicado emitido hoy por la organización ecologista Greenpeace, esta proposición de "futuro" para la "economía y el medio ambiente" requeriría por parte del Estado alemán una inversión de 4.000 millones de euros.
Ese gasto, según indican desde la asociación, podría sufragarse si se redujeran las subvenciones estatales para elementos perjudiciales para el medio ambiente como las centrales de carbón o el uso de coches oficiales.
La proposición de Greenpeace se basa en un estudio realizado por la consultora "Ecofys" y que fue encargado por la propia asociación ecologista.
Con motivo de la llamada "Cumbre sobre el futuro", una reunión consultiva de expertos convocada por la canciller alemana, Angela Merkel, Greenpeace quiere hacerse oír para reclamar al gobierno la necesidad de apostar por la protección del clima como política para hacer frente a la crisis económica.
Entre las medidas que propone la organización se encuentran la inversión en casas con energías limpias, así como el uso de electrodomésticos eficientes o automóviles no contaminantes.
Además, abogan por incentivar la compra de energías verdes, así como realizar ensayos con transporte público gratuito para fomentar su uso entre la población.
Según Greenpeace, si las empresas pequeñas y medianas invierten en estas nuevas energías, podrían aprovechar los cambios y crear nuevos puestos de trabajo.
El representante de Greenpeace para temas políticos, Stefan Krug, ha criticado al gobierno alemán ya que "da pasos atrás en materia de protección de clima, aunque con la actual crisis debería hacerse justo lo contrario".
"El ministro de Finanzas ha reducido las ayudas a las energías limpias, el de Economía ha pedido una pausa en el tratamiento de temas medio ambientales y la canciller ha bloqueado los objetivos climáticos más importantes de la Unión Europea", ha denunciado Krug.
Asimismo, desde Greenpeace también se critica la voluntad de la actual coalición de gobierno de querer apostar por la energía nuclear y aparcar las apuestas por las energías verdes.
"Merkel debe poner fin a esa política y tomarse la "Cumbre sobre futuro" como una ocasión para apostar por la protección del clima y la creación de puestos de trabajo", señaló Krug.
Así, desde Greenpeace se piden planes innovadores vinculados con el cambio climático en vez de paquetes de estímulo económico a corto plazo.
Desde la organización critican que de los paquetes de estímulo aprobados en 2008 y 2009 por valor de 82.000 millones de euros, sólo el 16 por ciento se invirtió en el cambio climático y en la protección del medio ambiente.
Según el estudio, la prioridad para asegurar la vitalidad económica pasa por crear puestos de empleo sostenibles y reducir sustancialmente las emisiones de CO2 de Alemania a la atmósfera.
Con la propuesta de Greenpeace al gobierno germano se calcula que podían ahorrarse unos 38 millones de toneladas de emisiones contaminantes.
EFE
Según un comunicado emitido hoy por la organización ecologista Greenpeace, esta proposición de "futuro" para la "economía y el medio ambiente" requeriría por parte del Estado alemán una inversión de 4.000 millones de euros.
Ese gasto, según indican desde la asociación, podría sufragarse si se redujeran las subvenciones estatales para elementos perjudiciales para el medio ambiente como las centrales de carbón o el uso de coches oficiales.
La proposición de Greenpeace se basa en un estudio realizado por la consultora "Ecofys" y que fue encargado por la propia asociación ecologista.
Con motivo de la llamada "Cumbre sobre el futuro", una reunión consultiva de expertos convocada por la canciller alemana, Angela Merkel, Greenpeace quiere hacerse oír para reclamar al gobierno la necesidad de apostar por la protección del clima como política para hacer frente a la crisis económica.
Entre las medidas que propone la organización se encuentran la inversión en casas con energías limpias, así como el uso de electrodomésticos eficientes o automóviles no contaminantes.
Además, abogan por incentivar la compra de energías verdes, así como realizar ensayos con transporte público gratuito para fomentar su uso entre la población.
Según Greenpeace, si las empresas pequeñas y medianas invierten en estas nuevas energías, podrían aprovechar los cambios y crear nuevos puestos de trabajo.
El representante de Greenpeace para temas políticos, Stefan Krug, ha criticado al gobierno alemán ya que "da pasos atrás en materia de protección de clima, aunque con la actual crisis debería hacerse justo lo contrario".
"El ministro de Finanzas ha reducido las ayudas a las energías limpias, el de Economía ha pedido una pausa en el tratamiento de temas medio ambientales y la canciller ha bloqueado los objetivos climáticos más importantes de la Unión Europea", ha denunciado Krug.
Asimismo, desde Greenpeace también se critica la voluntad de la actual coalición de gobierno de querer apostar por la energía nuclear y aparcar las apuestas por las energías verdes.
"Merkel debe poner fin a esa política y tomarse la "Cumbre sobre futuro" como una ocasión para apostar por la protección del clima y la creación de puestos de trabajo", señaló Krug.
Así, desde Greenpeace se piden planes innovadores vinculados con el cambio climático en vez de paquetes de estímulo económico a corto plazo.
Desde la organización critican que de los paquetes de estímulo aprobados en 2008 y 2009 por valor de 82.000 millones de euros, sólo el 16 por ciento se invirtió en el cambio climático y en la protección del medio ambiente.
Según el estudio, la prioridad para asegurar la vitalidad económica pasa por crear puestos de empleo sostenibles y reducir sustancialmente las emisiones de CO2 de Alemania a la atmósfera.
Con la propuesta de Greenpeace al gobierno germano se calcula que podían ahorrarse unos 38 millones de toneladas de emisiones contaminantes.
EFE
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