Temer fue criticado por montar un gabinete conservador y sin mujeres.
El presidente interino de Brasil, Michel Temer, cumple el domingo un mes desde que asumió el gobierno tras la suspensión de Dilma Rousseff para ser juzgada, y en una palabra resume estos primeros 30 días en el poder: guerra.
Confianza. En una entrevista con el diario Folha de Sao Paulo, que publicó extractos en su sitio web este sábado de noche, el mandatario hizo con todo un balance positivo de su gestión. "Restablecimos la comunicación con el Congreso, votamos proyectos con amplia mayoría y estamos retomando la confianza en el país, no es poca cosa para un inicio de gobierno", dijo Temer, a quien Rousseff califica de "golpista" y "usurpador".
Conservador. "Es una guerra, ha sido una guerra", aseguró el mandatario interino, atacado por montar un gabinete conservador y sin mujeres, y del cual ya cayeron dos ministros por sospechas de corrupción.
Juicio político. Temer, vicepresidente en la fórmula que llevó a Rousseff al poder, asumirá definitivamente el gobierno si la mandataria de izquierda es destituida en el juicio político que enfrenta por manipulación de cuentas públicas.
Comparte esta noticia