El cohete de Corea del Sur Naro-1, de fabricación propia con un satélite científico, estalló en el aire a los dos minutos de su lanzamiento al espacio.
La Marina de Corea del Sur halló en aguas internacionales supuestos restos del cohete Naro-1, que ayer estalló en el aire a los dos minutos de su lanzamiento desde la base espacial surcoreana de Naro.
Según el Ministerio surcoreano de Ciencia y Tecnología, citado por la agencia local Yonhap, los fragmentos que se cree pertenecen a la lanzadera espacial fueron encontrados en aguas próximas a la isla meridional surcoreana de Jeju.
Por el momento no se han ofrecido detalles sobre las características de los restos, aunque según Yonhap podrían pertenecer al armazón exterior del cohete, que tenía un grosor de tan solo 2 milímetros.
Los fragmentos serán entregados a la agencia espacial surcoreana (KARI), que trabaja de cerca con Rusia, su socio en el proyecto del Naro-1, en la búsqueda de los restos del cohete.
El de ayer fue el segundo intento fallido de Corea del Sur de enviar al espacio un cohete de fabricación propia con un satélite científico.
A los 137 segundos del lanzamiento, el centro de control perdió repentinamente el contacto con la nave cuando ésta se hallaba a 70 kilómetros de altura.
El ministro surcoreano de Ciencia, An Byong-man, reconocía poco después que aparentemente el Naro-1 había estallado durante el ascenso.
Las autoridades surcoreanas han formado un equipo de investigación que incluye expertos rusos para determinar las causas del fracaso, que supone un nuevo revés para las ambiciones espaciales de Corea del Sur.
En agosto del año pasado, una misión similar, bautizada con el mismo nombre de Naro-1, fracasó porque, aunque las dos fases del cohete se separaron como se esperaba, el satélite alcanzó mayor altitud de la planeada y no pudo establecer una trayectoria orbital.
El país ha invertido desde 2002 unos 400 millones de dólares (cerca de 330 millones de euros) en el proyecto del Naro-1, la mitad de ellos destinados a Rusia a cambio de ayuda tecnológica. EFE
Según el Ministerio surcoreano de Ciencia y Tecnología, citado por la agencia local Yonhap, los fragmentos que se cree pertenecen a la lanzadera espacial fueron encontrados en aguas próximas a la isla meridional surcoreana de Jeju.
Por el momento no se han ofrecido detalles sobre las características de los restos, aunque según Yonhap podrían pertenecer al armazón exterior del cohete, que tenía un grosor de tan solo 2 milímetros.
Los fragmentos serán entregados a la agencia espacial surcoreana (KARI), que trabaja de cerca con Rusia, su socio en el proyecto del Naro-1, en la búsqueda de los restos del cohete.
El de ayer fue el segundo intento fallido de Corea del Sur de enviar al espacio un cohete de fabricación propia con un satélite científico.
A los 137 segundos del lanzamiento, el centro de control perdió repentinamente el contacto con la nave cuando ésta se hallaba a 70 kilómetros de altura.
El ministro surcoreano de Ciencia, An Byong-man, reconocía poco después que aparentemente el Naro-1 había estallado durante el ascenso.
Las autoridades surcoreanas han formado un equipo de investigación que incluye expertos rusos para determinar las causas del fracaso, que supone un nuevo revés para las ambiciones espaciales de Corea del Sur.
En agosto del año pasado, una misión similar, bautizada con el mismo nombre de Naro-1, fracasó porque, aunque las dos fases del cohete se separaron como se esperaba, el satélite alcanzó mayor altitud de la planeada y no pudo establecer una trayectoria orbital.
El país ha invertido desde 2002 unos 400 millones de dólares (cerca de 330 millones de euros) en el proyecto del Naro-1, la mitad de ellos destinados a Rusia a cambio de ayuda tecnológica. EFE
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